Una decena de colectivos sociales de la provincia de Ciudad Real se han unido para participar en una plantación común de árboles en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, en la provincia de Ciudad Real, con la que han reclamado la paz en el mundo.
Coincidiendo con la conmemoración del aniversario del asesinato de Mahatma Gandhi el 30 de enero, estos colectivos han querido recordar, con esta plantación, su lucha no violenta por la independencia de la India, con la cual cambió el futuro de este país y se alimentó el espíritu y las estrategias de lucha política del siglo XX.
Fuentes de estos colectivos han explicado, en una nota, que este acto quería ser "un símbolo del mundo en el que queremos vivir con un ejemplo de participación activa en su construcción".
En este sentido, han apuntado que, "del mismo modo que la semilla contiene el germen de un nuevo árbol, la no violencia es la semilla de la paz, es decir de un mundo en que la vida y las condiciones que la hacen digna de ser vivida sea el principal objetivo de desarrollo personal, social y planetario".
En una situación mundial y nacional cada vez más violenta, no solo por las guerras que se sufren, sino por un sistema que causa gran desigualdad, pobreza, degradación ambiental, catástrofes climáticas, migraciones y múltiples violaciones de derechos humanos, "la no violencia sigue siendo la única salida justa y con futuro para todas", han subrayado.
Y han agregado que, en las Tablas de Daimiel y Villarrubia, en el 50 aniversario del Parque Nacional, "la no violencia se plasma en la renaturalización de las tablas fluviales mediante la eliminación de los drenajes y presas que han alterado su cauce y en la reducción de los regadíos hasta conseguir un equilibrio que permita a los Ojos del Guadiana manar de nuevo con regularidad".
En cuanto a la política española, han relatado que "la no violencia se traduce en la neutralidad saliendo de la OTAN y la geopolítica belicista, en la disminución del gasto militar, que este año ha tenido el mayor incremento de la historia de la democracia, en el cese de la venta de armas a países en conflicto como Ucrania, y en la presión activa a nivel internacional para conseguir la firma de la paz en todos los conflictos bélicos".
A la plantación convocada por más de una decena de colectivos ecopacifistas, feministas y ambientalistas, han asistido unas 75 personas, muchas de ellas familias que han acudido con bebés y niños pequeños.
La plantación ha permitido sembrar varios cientos de bellotas y semillas de espino albar en la zona de repoblación, en las cercanías del centro de visitantes.
Los colectivos han lamentado que la dirección del Parque Nacional les haya negado poder utilizar algunas instalaciones donde poder llevar a cabo alguna actividad más.