La diócesis de Ciudad Real celebrará en 2026 sus 150 años como origen eclesial

El obispo de Ciudad Real Abilio Martínez Varea hace balance de sus primeros meses al frente de la diócesis
El obispo Abilio Martínez Varea hace balance de sus primeros meses al frente de una diócesis “con mucha vida”, avanza un amplio programa conmemorativo del Priorato de las Órdenes Militares y destaca el regreso de jóvenes a la Iglesia, la rehabilitación del convento de los Dominicos de Almagro y la apuesta por el diálogo social.

La diócesis de Ciudad Real celebrará a lo largo de 2026 el 150 aniversario de la creación del Priorato de las Órdenes Militares, un hito histórico que dio origen a la actual configuración eclesial de la provincia. Así lo ha anunciado el obispo Abilio Martínez Varea durante el tradicional encuentro navideño con los medios de comunicación, en el que ha realizado un balance de sus primeros meses al frente de la Diócesis de Ciudad Real.

El prelado ha recordado que el Priorato fue creado en 1875 y que, desde su origen, su prior ostentaba ya rango episcopal, lo que marcó el inicio de la estructura eclesial propia de Ciudad Real. “Queremos celebrarlo como merece”, ha subrayado, avanzando que la conmemoración se plantea como un programa amplio y prolongado en el tiempo, con exposiciones, actividades culturales y divulgativas y la participación de historiadores, de las órdenes militares y de distintas instituciones civiles y culturales.

Martínez Varea ha insistido en que el objetivo es que la celebración “no pase rápidamente, sino que deje huella y ayude a conocer nuestra historia”, profundizando en la vinculación histórica de Ciudad Real con las órdenes militares y en la influencia que estas tuvieron en la formación del territorio y en la evolución de la diócesis. “Queremos mostrar la historia de nuestra diócesis desde el priorato hasta la diócesis actual, incluyendo su desarrollo cultural y religioso a lo largo de los siglos”, ha recalcado.

Culminación del Año Jubilar de la Esperanza

Durante su intervención, el obispo ha recordado que el Año Jubilar de la Esperanza 2025 culminará este domingo 28 de diciembre con una misa en la catedral en la que se congregarán todas las parroquias de la diócesis. Ha señalado que no ha sido solo un año de gracia, perdón e indulgencias, sino también un tiempo en el que la diócesis ha impulsado una bolsa solidaria de fondos destinada a un programa contra la trata de personas y a Cáritas diocesana.

“Cuando tengamos la cantidad final lo daremos a conocer, para hacer consciente que la esperanza se concreta en signos de esperanza”, ha afirmado, subrayando que en Navidad, además de la fe, es necesario “ser sensibles con aquellas personas que sufren”.

“La diócesis tiene mucha vida” y más jóvenes en la Iglesia

En el balance pastoral, Martínez Varea se ha mostrado optimista sobre la situación de la diócesis, a la que ha definido como una Iglesia “con muchísima vida”. Ha aportado datos que, a su juicio, avalan esta afirmación, como el hecho de que Ciudad Real siga siendo la provincia con mayor porcentaje de contribuyentes que marcan la X de la Iglesia católica en la declaración de la renta, un indicador que ha considerado especialmente significativo.

El obispo ha detectado además una vuelta de los jóvenes de entre 15 y 30 años a la Iglesia, reflejada en el mantenimiento de cifras elevadas de confirmaciones y en una mayor sensibilidad religiosa. También ha aludido a estudios recientes que apuntan a un ligero incremento del interés religioso y a una mayor participación en retiros espirituales, un fenómeno que, ha advertido, habrá que observar para comprobar si se traduce en un compromiso más estable.

Esta evolución positiva la ha atribuido a la existencia de una “pastoral viva”, con una red amplia y bien estructurada en todos los arciprestazgos. En este contexto, ha destacado la presencia de 19 seminaristas mayores en el Seminario Diocesano, una cifra que considera clave para garantizar el relevo sacerdotal en los próximos años.

Rehabilitación del Convento de los Dominicos de Almagro

Otro de los asuntos abordados ha sido la rehabilitación integral del Convento de la Asunción de Calatrava, conocido como el de los Dominicos, en Almagro. El obispo ha explicado que las obras comenzarán en cuanto el proyecto reciba el informe favorable de Patrimonio, dependiente de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha.

El inmueble ha sido cedido en uso por 75 años al empresario asturiano Víctor Madera, fundador y presidente del grupo Quirón, para la implantación de una escuela de formación sanitaria. La diócesis mantiene la propiedad del edificio, mientras que la empresa se ha comprometido a una restauración integral, respetando su valor histórico y monumental.

La actuación abarcará la antigua hospedería, el claustro —declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y que seguirá abierto al público— y la iglesia. Según Martínez Varea, el proyecto supondrá una importante revitalización tanto del convento como de la localidad. El acuerdo establece además que todas las actividades deberán respetar la moral de la Iglesia, un requisito imprescindible en cualquier cesión de uso.

Residencia sacerdotal y neutralidad política

En respuesta a las preguntas de los periodistas, el obispo también se ha referido a la nueva residencia sacerdotal, cuyo deseo es que pueda abrir sus puertas en febrero, aunque ha matizado que se trata de una fecha orientativa que no depende únicamente de él.

En el ámbito político, y tras las recientes declaraciones del presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, Martínez Varea ha defendido la neutralidad política de la Iglesia, pidiendo contextualizar esas palabras dentro del marco constitucional. Ha insistido en que la Iglesia se mantiene al margen de la política de partidos, aunque no renuncia a pronunciarse sobre los asuntos públicos desde la preocupación por el bien común.

En este sentido, ha destacado el mensaje del Papa León XIV, que, según ha señalado, insiste en la necesidad del diálogo y el acuerdo como pilares para afrontar los desafíos sociales. “Queremos una sociedad que viva desde el entendimiento y el consenso, más allá de la confrontación”, ha concluido.