La organización WWF ha puesto en marcha una campaña para buscar nombres con los que designar a los tres cachorros de lince ibérico nacidos en un pajar en la provincia de Ciudad Real.
Según ha informado WWF este miércoles en un comunicado, los tres cachorros son hijos de Odrina y nacieron en un pajar, donde la lince tuvo a sus hijos Queen y Quijote el año pasado y donde incluso nació ella misma.
Racha, Roja, Rosmarinus, Ría, Rimaya y Reserva son los nombres propuestos por WWF para 'bautizar' a estos tres cachorros, que curiosamente, han sido todos hembras.
WWF ha asegurado que este hecho es importante porque permite aumentar la capacidad de reproducción para una especie que se aleja tímidamente de la extinción.
A través de una votación online, la organización ofrece a los ciudadanos la posibilidad de participar en este bautizo y recuerda que, cada año, los nombres de los linces empiezan con una letra consecutiva del abecedario y este 2020 toca nombrar a los cachorros con la 'R'.
Los nombres propuestos este año aluden a algún elemento de la naturaleza y, con esta acción simbólica, WWF pretende llamar la atención sobre la importancia de conservar al felino más amenazado del planeta.
Gracias a los trabajos en defensa de la especie, el último censo habla de 855 ejemplares de lince en la península ibérica, un "auténtico éxito de conservación que podría motivar, si se mantienen los esfuerzos y los resultados, que el lince pasara a ser catalogado por la UICN como 'vulnerable'", ha destacado WWF.
Y ha puntualizado que, previsiblemente, no será hasta 2040 cuando se pueda decir que el lince ibérico está fuera de todo peligro, "siempre y cuando la evolución siga siendo tan favorable como hasta ahora".
Según ha asegurado Ramón Pérez de Ayala, experto en lince en WWF España, en dicha organización llevan veinte años trabajando por la recuperación del lince y, si bien van por el buen camino con una especie que se aleja de la extinción y que ya cuenta con prácticamente 900 ejemplares, aún queda mucho trabajo por hacer, como reverdecer las infraestructuras viarias para acabar con los atropellos o luchar contra el furtivismo, que afecta a toda la fauna española.
