La ausencia de incidentes reseñables es lo más destacado de una noche de Pandorga que, como todos los años, sacó a las calles de Ciudad Real a miles de personas, sobre todo jóvenes, muchos procedentes de localidades de la provincia y de otras ciudades españolas.
Fuentes policiales han confirmado que los agentes no tuvieron que intervenir en ninguna riña ni por comas etílicos y que las únicas incidencias registradas fueron contadas llamadas de vecinos de la zona del Torreón quejándose del ruido y de la suciedad.
La fiesta tiene tres focos principales. El recorrido de la gran mayoría empieza en centro de la ciudad, en las plazas Mayor y del Pilar, tras la ofrenda a la Virgen del Prado, continúa el Torreón y finaliza en la discoteca de un parque acuático situado a las afueras en los que los más sobrios atisban el amanecer del nuevo día.
Esta itinerancia hace difícil dar una cifra de afluencia de gente, aunque que la zona del Torreón es la que concentró en torno a las dos de la madrugada a miles personas para correr delante de los toros de fuego.
La Policía Local y la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil montaron el operativo habitual para velar por la seguridad de las miles personas congregadas. Este año se hizo notar el amplio dispositivo de la Policía Nacional.
Pero no todos los asistentes estaban en los toros de fuego, pues las fuentes consultadas por Efe han señalado que en esos momentos ya había cuatro mil jóvenes en el parque acuático cogiendo sitio antes de que llegara la marea procedente del Torreón.
La Pandorga se ha prolongado hasta primeras horas de esta mañana y los últimos en volver a casa se han topado con los operarios del servicio municipal de limpieza que se afanaban en retirar la basura para devolver la normalidad a la ciudad.
Por el momento, el Ayuntamiento no da cifras sobre la basura que ha generado la fiesta, que en los días 30 y 31 de julio del año pasado generó 222 metros cúbicos de residuos.
