Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos personas como presuntas autoras de un delito de homicidio, cometido en la localidad de Valdepeñas (Ciudad Real) durante la madrugada del 25 al 26 de mayo de 2013. Los detenidos, que son amigos de la víctima, Ángel Osorio, asumieron ser los autores del hecho imputado.
Según ha informado la Delegación del Gobierno en nota de prensa, la madre de la víctima denunció la desaparición y los investigadores hallaron restos de sangre y señales de violencia en la puerta principal del domicilio del desaparecido. El cadáver de la víctima fue enterrado en un terreno rural próximo a la carretera de Valdepeñas-Daimiel y descubierto cinco meses después en avanzado estado de descomposición.
Las investigaciones se iniciaron a raíz de la denuncia interpuesta por la madre de la víctima en la Comisaría Local de Valdepeñas, quien se encontraba "extrañada" por la ausencia de su hijo del domicilio habitual en el que residía.
Las primeras gestiones de comprobación de los hechos, así como de búsqueda que fueron practicadas por la Comisaría de Valdepeñas, motivaron que esta desaparición fuera calificada como de "alto riesgo", activándose los protocolos de actuación que en estas situaciones tiene establecidos la Policía. Asimismo, en el domicilio del desaparecido fueron hallados restos de sangre y señales de violencia en la puerta principal, asumiéndose la continuación de las pesquisas por parte de la Comisaría de Ciudad Real.
Las sospechas de una posible muerte violenta se vieron confirmadas el 30 de octubre de 2013, día en el que el conductor de un tractor que se encontraba arando en la zona denominada como 'Nava Corta', dentro del término municipal de Valdepeñas, detectó los restos de un cadáver que, pese a su avanzado estado de descomposición, pudo ser identificado como el del desaparecido.
Movimientos de los sospechosos
A partir de este momento, explica la Delegación, los investigadores tuvieron que hacer frente a la nueva dificultad añadida que les presentaba el estado en el que se encontró el cadáver, y que no permitía encontrar indicios que ayudaran a determinar las causas de la muerte, ni tampoco el lugar o forma en la que se produjo.
Pese a todo ello, la Policía Nacional consiguió abrir una vía de investigación en torno a dos varones, amigos del finado, que habrían estado con él la noche en la que se produjo la desaparición. Después de reconstruir todos los movimientos que los dos sospechosos habrían realizado tanto en el día en que se produjo el homicidio, como en los siguientes, se localizó el vehículo en el que pudieran haber trasladado el cuerpo de la víctima, en unión de otra serie de indicios que reforzaban la hipótesis sobre la que se estaba trabajando.
Finalmente, el pasado 22 de octubre se procedió a la detención de los dos sospechosos como presuntos autores del homicidio, poniendo fin de esta forma a una investigación que ha durado más de un año pero que ha concluido con el pleno esclarecimiento de los hechos. Los detenidos, tanto en dependencias policiales como en sede judicial, asumieron ser los autores del hecho imputado.
