Pérez García aboga por dirigentes experimentados y critica al 'aparato' PSOE

El precandidato a la Secretaría General del PSOE Manuel Pérez García ha abogado este miércoles por que los dirigentes del país estén "experimentados" y tengan una "buena formación", también dentro de su partido, del que ha criticado su "aparato", que, en su opinión, está "denostado" no sólo entre la ciudadanía, sino también entre los propios militantes.

Pérez García, que se ha reconocido como el aspirante "desconocido permanente", porque, la prensa no le ha hecho "ni puñetero caso", ha confiado sin embargo en lograr los cerca de 10.000 avales necesarios para postularse como secretario general del PSOE, para lo que sus hijos y sus amigos ya están recabando apoyos en las redes sociales, fundamentalmente vía 'Facebook'.

Nacido en Guadix (Granada) hace 66 años, médico oncólogo jubilado del Hospital Clínico de Granada y perteneciente a la agrupación socialista de Puertollano (Ciudad Real), Pérez García tiene también estudios de Económicas y Derecho, y trabajó durante 20 años en la banca, donde empezó como "botones" y acabó siendo un "alto cargo directivo".

El socialista ha reflexionado en la rueda de prensa de presentación de su candidatura sobre economía y política y ha considerado que la crisis es un "camelo" que "no se sabe si se lo han inventado los poderes para enriquecerse o lo han aprovechado". Sin embargo, ha dicho que él no es "antisistema", sino "prosistema", porque el actual produce "riqueza, democracia y paz", aunque ha señalado que "hay que gestionarlo bien".

Ha abogado por la redistribución del trabajo y ha propuesto que las horas laborables se repartan entre los parados, ofreciendo la siguiente fórmula: Si los 20 millones de personas que trabajan en este país ceden una hora de su jornada a los parados habrá 20 millones de horas que podrían generar 2,5 ó 3 millones de puestos de trabajo. "Hay que trabajar menos horas dándole empleo a todo el mundo", ha indicado.

Asimismo, ha hablado además de la "gran falacia" de los economistas que, según ha considerado, son "contables malos". En cuanto a la sanidad o la educación ha apuntado que el dinero que se emplea en ellas no debe ser considerado como un gasto público, sino como una inversión, y ha aludido al Papa Benedicto XVI para hacer suyas las siguientes palabras: "El crecimiento desmesurado es un pecado".

No obstante, ha considerado también que hay que dar "prioridad" a la empresa privada, aunque ha apostado por que en los puestos de más responsabilidad se sitúe a "la gente con más experiencia". En ese punto, ha criticado que los políticos entren desde muy jóvenes en el partido, hagan una carrera universitaria menor y luego "sin ninguna formación quieran llegar a presidentes del Gobierno".

Al hilo, ha hablado de Susana Díaz, presidenta de la Junta, a la que ha considerado que es "extraordinariamente válida" pero que lo será más dentro de diez años, y que "ahora la quieren quemar", y se ha referido también a Eduardo Madina, otro de los aspirantes a liderar el PSOE, como una persona "angelical", al que "están crucificando tanto si gana como si no".

En otro orden de cosas, ha considerado que el debate sobre monarquía o república es "ahora irrelevante" y, aunque se ha declarado republicano, ha indicado que "los reyes dan más sensación de objetividad e imparcialidad". "Entre un presidente de los que conocemos y el Príncipe, prefiero al Príncipe Felipe", ha sostenido.

También se ha pronunciado sobre el posible referéndum en Cataluña, y ha defendido el derecho de los ciudadanos a "ser oídos", aunque le gustaría que Cataluña "siguiera siendo España". De hecho, ha opinado que lo que le pasa a los catalanes es "lo que a todos los ricos": "que son insolidarios", en este caso, con el resto de España.

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