El último censo de aves nidificantes del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, el humedal más importante del centro peninsular, ha revelado un importante incremento del número de parejas nidificantes de pato colorado.
Así lo ha indicado a Efe el director del Parque, Carlos Ruiz de la Hermosa, que ha señalado que el número de parejas nidificantes este año es de 160-170 parejas, lo que supone un aumento del 50 por ciento con respecto al año pasado, en el que se contabilizaron entre 90 y 100 parejas de esta especie.
El aumento del número de parejas nidificantes ha venido acompañado "por otra buena noticia", ha dicho el director de Las Tablas de Daimiel, como es que la cría de estas parejas ha sido muy buena con polladas medias de cuatro pollos.
Estos datos ponen de manifiesto, una vez más, la relación del pato colorado con la recuperación de las praderas de carófitos presentes en el fondo del agua del parque nacional, que llevaban seis años desaparecidas por los episodios de contaminación que ha sufrido este enclave natural.
La mejora de la vegetación acuática, compuesta principalmente por distintas especies ovas del género Chara, sobre todo Chara hispida y Chara canescens, tienen una incidencia directa con especies de patos buceadores cuya alimentación se compone sobre todo de plantas acuáticas de fondo, ha apuntado Ruiz de la Hermosa.
El pato colorado, incluido en el Libro Rojo de las Aves de España como especie vulnerable, es el emblema del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel.
Los datos del censo de parejas nidificantes también revelan un "notable incremento" de la garceta grande en el enclave, con una población que se sitúa entre 40 y 45 parejas, ha señalado el director del Parque Nacional de las Tablas de Damiel.
También ofrece buenos datos el censo de porrón pardo, especie que tiene la catalogación de 'en peligro de extinción' en España, que mantiene una tendencia positiva del número de parejas con entre 12 y 15 censadas, ha explicado De la Hermosa, que ha considerado también significativo contar con una o dos parejas de avetoro, una especies de garza más difíciles de localizar en España debido a su carácter retraído.
Otra especie que mantiene una tendencia positiva en el parque es el avetorillo, una pequeña garza enigmática de la que se tiene constancia que existen de 15 a 20 parejas reproductoras.
Y en la parte negativa, Ruiz de la Hermosa ha hecho referencia a la casi desaparición de la garcera, donde sólo ha criado la espátula, con caídas muy importantes de martinete, garceta común y garcilla bueyera.
"Desde finales de junio tenemos en el parque más de 1.000 individuos de garcilla bueyera, pero no han criado aquí, salvo unas cuantas parejas", ha advertido.
Tampoco ha criado la garcilla cangrejera y ha disminuido algo la garza imperial, que mantiene entre 100 y 110 parejas reproductoras.
Carlos Ruiz ha comentado que el deterioro de las ramas finas de los tarayes ha sido determinante para que la garcera continuara siendo el lugar idóneo para muchas de estas aves.
Por otro lado, el director del parque nacional ha querido resaltar los datos que ha arrogado el censo en el primillar construido hace dos años.
En total se han censado 11 parejas de cernícalo primilla que han sacado adelante 40 pollos, ha informado Ruiz de la Hermosa, que ha añadido que también han criado un par de parejas de carraca europea, lo que, ha dicho, es indicado, "es un buen dato considerando la evolución de la especie".
El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, situado en el centro de La Mancha Húmeda, es el último representante del ecosistema denominado tablas fluviales, que se formaba por el desbordamiento natural de los ríos Guadiana y Gigüela.
