La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha lamentado "la mala planificación y la falta de medios que pudieron causar una tragedia" en la operación realizada en Argamasilla de Calatrava, donde siete agentes resultaron heridos en un tiroteo.
En un comunicado, la Asociación Unificada de Guardias Civiles denuncia "las irregularidades y errores" que se cometieron en las dos operaciones simultáneas de entrada en dos domicilios, uno en la localidad de Puertollano y otro en Argamasilla de Calatrava, que llevó a cabo la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) de la Comandancia de Ciudad Real.
Según ha denunciado la AUGC, "se contaba con escasa información anterior, ya que en el domicilio de Puertollano no había nadie".
Los agentes iban armados con sus pistolas de dotación oficial, pero no disponían de ningún otro tipo de arma "no letal", excepto las defensas (porras) individuales de cada agente.
Así, ante la respuesta de uno de los ocupantes del domicilio de Argamasilla de Calatrava, que recibió a los agentes con disparos de una escopeta de caza, no tuvieran otro medio para repeler la agresión que hacer uso de sus armas cortas reglamentarias con las que hirieron al atacante con dos impactos de bala.
Además, como consecuencia de los disparos efectuados por el atacante, seis agentes resultaron heridos y uno más resultó herido en el forcejeo que se produjo en la detención.
Por otra parte, han indicado que hubo suerte de que los agentes que no disponían de cascos balísticos (tres en cada una de las intervenciones) no resultaran con más heridas, ya que iban desprotegidos en esa parte del cuerpo.
La AUGC ha denunciado la escasa dotación de medios de defensa adecuados para los guardias civiles, "ya que hubo agentes que agotaron toda la munición de sus armas reglamentarias, por lo que si se hubiesen prolongado los hechos o si estos hubiesen sido de mayor gravedad, con varias personas armadas, se podría haber producido una grave situación de operatividad y apoyo por parte de esos agentes".
La asociación ha asegurado que fue la suerte, "que no otra cosa, la que quiso que la cosa no fuera a mayores y hoy tuviéramos que lamentar una desgracia irreparable" y ha lamentado la "mala planificación y la falta de medios humanos y técnicos con los que deben trabajar los guardias civiles".
