AMFAR premiada como organización defensora de la caza por la asociación Atica

La Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (AMFAR) ha sido premiada por la asociación Atica Castilla-La Mancha como organización defensora de la caza en la región, en un acto en el que su presidenta recogió el galardon

La Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (AMFAR) ha sido premiada por la asociación Atica Castilla-La Mancha como organización defensora de la caza en la región.

En nombre de AMFAR recogió el premio su presidenta, Lola Merino, en un acto celebrado en la emblemática localidad cinegética de Ventas con Peña Aguilera, en el que se dieron cita importantes personalidades de la región que destacan por su labor en el mundo de la caza, según informó AMFAR en un comunicado.

Merino reconoció sentirse muy emocionada por recibir este premio, que supone "el reconocimiento al trabajo que AMFAR viene desarrollando en defensa de la actividad cinegética".

La presidenta nacional de esta organización subrayó que AMFAR "será siempre una fiel y leal aliada en la defensa de la caza, porque es una actividad económica que genera riqueza y empleo y que gracias a ella muchos municipios tienen garantizada su supervivencia".

Merino recordó que AMFAR "viene incidiendo en que la caza es una verdadera fuente de desarrollo para numerosos pueblos de Castilla-La Mancha, ya que constituye una actividad económica estratégica, que crea empleo sobre todo en las zonas rurales más deprimidas, frenando la despoblación, promoviendo un importante flujo de capital desde el mundo urbano al rural, y por tanto, cohesionando la sociedad".

También subrayó Merino que la caza es una de las actividades económicas más masculinizadas, donde las mujeres representan el 5%, por lo que AMFAR trabaja para concienciar a la población rural de que la caza abre un importante abanico de recursos que pueden ser aprovechados, principalmente por las mujeres, para encontrar un valor añadido y generar riqueza y desarrollo en las zonas rurales.

Hay pocas mujeres que practican la caza, "pero son ellas -recalcó Merino- las que deben aprovechar las importantes posibilidades que ofrece la actividad cinegética en materia medioambiental, gastronómica, artesanal, hotelera o cultural, ya que cualquier actividad en la que no estén presentes las mujeres y los jóvenes no tiene futuro".

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