Voluntarios de distintas asociaciones de la provincia de Ciudad Real se han dado cita en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel para regar los 'árboles de la paz' sembrados en los últimos años en este espacio protegido, que corren el riesgo de secarse por la sequía.
Fuentes de estas organizaciones han explicado que con estos riegos se trata de evitar que estos árboles mueran a consecuencia de las intensas olas de calor que se están registrando este verano.
Por eso, en colaboración con el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel y los bomberos forestales, los voluntarios han podido regar los cientos de árboles con los que se repobló una parte importante de las fincas adquiridas por el Organismo Autónomo Parques Nacionales y que antes se dedicaban al cultivo agrícola.
Los organizadores han recordado que las plantaciones por la paz comenzaron a realizarse en los años 90 en Anchuras, contra la ubicación del campo de tiro que entonces se proyectó en esas tierras para el entrenamiento de aviones de la OTAN.
Fue entonces cuando el pueblo de Anchuras ocupó y recuperó la finca El Rosalejo en una movilización social histórica.
Desde entonces y en los últimos años, cada 30 de enero se celebra el Día Escolar de la No Violencia y la Paz en Las Tablas de Daimiel, por ser un indicador ecológico del medio ambiente provincial.
Así, los participantes cada año plantan árboles de especies autóctonas para contribuir a la regeneración del ecosistema y mitigar el cambio climático.
Estas plantaciones tienen también como objetivo reflexionar sobre los conflictos bélicos que se viven en el mundo, ante los que estos colectivos plantean avanzar en el desarme y la justicia social para combatirlos.
En este sentido, apuestan por reconvertir la industria militar e invertir el gasto militar en las necesidades sociales.
