Ecologistas: Las Tablas de Daimiel se secan no por sequía sino por el desmadre agrario

Actualmente el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel cuenta con apenas 63 hectáreas de terreno de las 1.750 que son susceptibles de ser inundadas
Las Tablas de Daimiel se quedan sin agua, con sólo 89 hectáreas inundadas - EFE/ Mariano Cieza
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La situación agónica que vive el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, con apenas 63 hectáreas de terreno de las 1.750 que son susceptibles de ser inundadas, no se debe tanto a la sequía, como al "desmadre" que en la gestión agraria del agua existe en Castilla-La Mancha, aseguran los ecologistas.

Así lo ha comentado este miércoles el portavoz de los grupos ecologistas a nivel regional en el patronato del parque nacional, Rafael U. Gosálvez, quien en declaraciones a Efe ha señalado que el hecho de que este parque y los humedales manchegos se están quedando sin agua no es una cuestión de sequía, aunque sea un factor que contribuya a ello, sino porque desde hace décadas se está regando con más agua de la que se dispone.

Gosálvez ha dicho, en línea de lo que también ha apuntado el secretario de estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, que para revertir esta situación "hay que adecuar la superficie de cultivos a la disponibilidad real de agua".

Por primera vez "el Gobierno reconoce la realidad que nosotros venimos denunciando desde hace muchos años, y ese cambio de rumbo demostrado tanto desde la Secretaría de Estado de Medio Ambiente como desde la Confederación Hidrográfica del Guadiana, cuenta con nuestro apoyo", ha resaltado.

"Mientras no haya una reconversión del sector agrícola, que a nuestro entender ya no puede ser una transición suave por estar en emergencia climática y en emergencia ambiental, no habrá solución para el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel y los humedales manchegos que se benefician de un acuífero que no puede seguir eternamente sobreexplotado por la agricultura", ha continuado.

Gosálvez ha apuntado que la reconversión agraria en la Cuenca Alta del Río Guadiana debe abordarse desde el punto de vista de la reducción del consumo de las aguas subterráneas y desde el planteamiento de buscar una mejor calidad de las aguas.

En este sentido, ha explicado que "en Las Tablas de Daimiel, como ahora se ha comprobado en el Mar Menor, la acumulación de productos fitosanitarios -fertilizantes y agroquímicos- es también un problema para su conservación, pero más importante aún puede serlo para la salud de las personas cuyos municipios se abastecen del agua de los acuíferos".

Y ha señalado que Las Tablas de Daimiel son "el fondo de saco de ese acuífero" lo que las llevó a tener el mismo problema de contaminación que ahora tiene y vive el Mar Menor.

Para el portavoz de los ecologistas en el patronato del parque, en Castilla-La Mancha está pasando lo mismo que en Murcia ya que los responsables autonómicos que tienen competencia en materia de agricultura y medio ambiente, que son los responsables del deterioro del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel y del Mar Menor, están eludiendo sus responsabilidades.

Por eso, ha afirmado que si una comunidad autónoma como la de Castilla-La Mancha no quiere ejercer sus competencias en estas materias y reordenar los cultivos, lo que hay que hacer es aplicar el artículo 155 de la Constitución española.

Este artículo, ha apuntado, "capacita al Estado para intervenir en las comunidades autónomas que no quieren aplicar sus competencias o están haciendo dejación de funciones", y ha recordado que no sólo se aplicó en Cataluña sino que se intentó aplicar en 1989 en Canarias porque no quería reducir los impuestos a los productos procedentes de la UE.

Si comunidades como Castilla-La Mancha o Murcia "no quieren o no pueden, o se sienten presionadas por el sector agroindustrial para ejercer sus competencias, las deberían ceder al Estado, que só parece que tiene claro lo que hay que hacer", ha manifestado Gosálvez. 

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