Abogan por eliminar los prostíbulos que consideran "campos de concentración"

En otro orden de asuntos, el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha ve "satisfactoria" la sentencia del Tribunal Supremo sobre los abusos sexuales

Abogan por eliminar los prostíbulos que consideran "campos de concentración"
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Amelia Tiganus, activista feminista y víctima de explotación sexual, ha abogado hoy por eliminar los prostíbulos en España y en el mundo, porque, en su opinión, la sociedad está conviviendo "con auténticos campos de concentración, que están a la vista de todo el mundo".

Tiganus, que ha participado en la I Jornadas sobre Trata y Prostitución que organiza el Ayuntamiento de Ciudad Real en la Universidad de Castilla-La Mancha, ha señalado que la sociedad no puede mirar hacia otro lado al hablar de prostitución y trata.

La activista ha recordado que dentro de los prostíbulos hay "sufrimiento, dolor y tortura" y ha rechazado que las mujeres tengan que vivir en los mismos lugares donde son prostituidas.

Por eso, ha hecho un llamamiento a que no se permita que los prostíbulos sigan estando ahí "a plena luz del día" y ha advertido que a los hombres hay que "exigirles que aprendan a vivir una sexualidad placentera igualitaria y compartida".

Finalmente, ha dicho sobre la prostitución que no debe prohibirse, sino que debe ser abolida.

La Jornadas sobre Trata y Prostitución han sido inauguradas por la directora general del Instituto de la Mujer, Araceli Martínez, y por la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora.

Martínez, en declaraciones a los medios de comunicación, ha lamentado que en la sociedad actual no se haya llegado a superar una forma de esclavitud como, a su juicio, es la prostitución o la trata de mujeres.

Y ha lamentado que hoy en día siga existiendo la prostitución y ha denunciado que su demanda va en aumento. 

En este sentido, ha apuntado que "hay datos que son muy preocupantes en una sociedad democrática que supuestamente ha recibido una educación afectivo sexual más moderna más liberal que la que había la época del franquismo, y un ejemplo de ello es que el 40 por ciento de los varones de 16 a 40 años han admitido que han consumido prostitución".

En su opinión, estos datos deben llevar a realizar un reflexión profunda a la sociedad para frenar la prostitución y para evitar que existan prostituidores.

Sin demanda, ha subrayado Martínez, "no habría trata y no habría prostitución".

Aunque, ha explicado, "se ha de perseguir el delito en el caso de la trata, como no puede ser de otra manera y así se esfuerzan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, los poderes públicos tienen una responsabilidad compartida con toda la sociedad para reducir la demanda y con ello acabar de la manera más rápida posible con esta esclavitud terrible".

La alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, por su parte, también ha reflexionado en esta línea y ha asegurado que la trata de las mujeres y la prostitución existe porque hay personas que la consumen, y ha advertido que "si no existiera esos hombres que acuden a los burdeles a hacer uso de la prostitución" ambas cosas no existirían.

En cualquier caso, ha indicado que "se debe afrontar este problema desde todas las perspectivas, y poniendo a disposición de la mujeres los servicios que necesitan para que puedan ser libres y vivir una vida plena".

SENTENCIA SOBRE ABUSOS SEXUALES

En otro orden de asuntos, la directora del Instituto de la Mujer de la región ha considerado "satisfactoria" la sentencia del Tribunal Supremo según la cual cualquier acción que implique un contacto físico sin consentimiento y con fines sexuales debe juzgarse como delito de abuso y no de coacciones leves. 

Martínez ha hecho alusión a este asunto en la inauguración de las I Jornadas sobre Trata y Prostitución, organizadas por el Ayuntamiento de Ciudad Real, en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), ha informado el Gobierno regional en nota de prensa. 

Con esta decisión, el alto tribunal sienta doctrina al considerar que estas conductas han de enmarcarse en el delito de abuso sexual, que está castigado con pena de prisión de uno a tres años, y no de coacciones leves que prevé un castigo de multa de uno a tres meses.

Para la directora del Instituto de la Mujer, la sentencia "resulta satisfactoria" porque está en línea con la visión que contempla la futura Ley para una Sociedad Libre de Violencia de Género, lista ya para su debate y votación en el pleno de las Cortes regionales.

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