Cáritas Albacete ha informado al Gobierno regional de que, en los dos meses del estado de alarma, han atendido a 3.847 vecinos y han duplicado el dinero invertido respecto al presupuesto previsto para todo el año en el programa de atención primaria, con 143.700 euros por la crisis del Covid-19.
Han indicado que la demanda de atención social en Cáritas Diocesana de Albacete sigue creciendo desde que se declaró el estado de alarma, y han incrementado su apoyo un 200 % respecto a los cuatro primeros meses del pasado año.
Así se lo ha trasladado el equipo directivo de la institución al delegado de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha en Albacete, Pedro Antonio Ruiz Santos, según han informado en una nota de prensa.
El secretario de Cáritas Diocesana de Albacete, Antonio García Blanquer, ha lamentado, además, "que las personas con las que Cáritas trabajaba antes de la pandemia todavía no habían salido de la crisis de 2008, con lo que la situación que se dibuja en un futuro inmediato será de profunda gravedad social”.
Ha trasladado a Ruiz Santos la necesidad de desarrollar un plan de choque junto a los agentes sociales e instituciones del tercer sector para luchar contra la pobreza extrema que esta situación va a generar.
“Hay muchas personas que lo están pasando muy mal, hay alquileres sin pagar, entidades financieras que no están gestionando bien los compromisos adoptados por el gobierno y deudas que se están acumulando”, por lo que Cáritas ha considerado "de vital importancia" que desde el ejecutivo regional "se faciliten los trámites para acceder a las medidas extraordinarias, tanto estatales como autonómicas".
Han hecho alusión a la necesidad de agilizar la resolución de las ayudas de emergencia y de dotarlas de un mayor presupuesto para que ninguna de estas ayudas se pueda quedar sin atender.
La directora de Cáritas Albacete, Rosa García Fernández de Sevilla, ha recordado que “los recursos económicos de los que disponemos no son infinitos”.
Ha apelado, a través de la campaña Cáritas ante el coronavirus, a la solidaridad de los ciudadanos, de las empresas y de las instituciones para que con sus donativos puedan ayudar a seguir haciéndole frente a las necesidades que las personas más vulnerables demanden.
