La Guardia Civil ha detenido a dos hombres de 25 y 29 años como presuntos autores de más de 60 robos en el interior de vehículos de turistas nacionales en un paraje natural de la localidad alicantina de Callosa de Segura y un camping de Bigastro, también en Alicante.
Los acusados, además de robar objetos de valor, también se llevaron tarjetas bancarias con las que efectuaban compras no autorizadas antes de que los legítimos propietarios pudieran percatarse de lo ocurrido y les diera tiempo a bloquearlas.
Los perjudicados son, en su mayoría, turistas que se habían desplazado desde las provincias de Albacete, Ávila, Cuenca, Murcia, Valencia y Alicante. También procedentes de varias localidades de la Vega Baja, Benidorm, Elda, Petrer y la Vila Joiosa.
En total se les imputan 60 delitos contra el patrimonio, por numerosos robos con fuerza en interior de vehículo, y otros ocho de estafa, cometidos con las tarjetas bancarias halladas en los coches de las víctimas. Los arrestados han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Orihuela y han quedado en libertad con cargos, según ha informado el instituto armado en un comunicado.
La investigación arrancó tras detectar un incremento significativo de los robos en interiores de vehículos en las inmediaciones de un paraje natural de la localidad de Callosa de Segura.
En concreto, los hechos delictivos se producían en los alrededores de unas instalaciones deportivas de aventura en la sierra, donde se registraba una gran afluencia de escaladores y senderistas. Una vez que los montañeros dejaban estacionado su vehículo en el aparcamiento, los delincuentes aguardaban agazapados hasta que los propietarios se adentraban en la montaña.
En ese momento, sin ser vistos, aprovechaban para fracturar la ventanilla del coche con una piedra y robar de su interior la cartera y cualquier otro objeto de valor que localizaran. Luego huían del lugar y acudían a establecimientos para realizar compras de pequeño importe y así evitar que fuera requerido el uso del pin de seguridad.
La investigación determinó que los presuntos autores carecían de un domicilio fijo y que se movían por varios municipios limítrofes de la Vega Baja, lo que permitió esclarecer que eran los responsables de una serie de robos ocurridos en un camping de la localidad de Bigastro. La operación culminó con su detención en Bigastro.
