Cae un entramado criminal que estafaba con páginas web de créditos rápidos

A día de hoy se han localizado doce víctimas procedentes de todo el país, principalmente de las provincias de Alicante -donde estaba asentada la organización-, Albacete, Barcelona, Castellón, Cuenca, Madrid, Murcia, Tarragona y Valencia, a las que habrían estafado un total de entre 15.000 y 20.000 euros
Tres detenidos por estafar 280.000 euros tras usurpar identidades a las víctimas, Guardia Civil
photo_camera Cae un entramado criminal que estafaba con páginas web de créditos rápidos

La Guardia Civil ha dado por desarticulada una banda dedicada a estafar mediante páginas web creadas por sus miembros en las que se ofrecía la posibilidad de obtener créditos rápidos tras la detención, ayer, de su presunto cabecilla en la localidad alicantina de Sant Joan d'Alacant.

A la detención de este miércoles se suman otras dos llevadas a cabo en febrero pasado, mes en el que también se investigó a dos personas más.

A día de hoy se han localizado doce víctimas procedentes de todo el país, principalmente de las provincias de Alicante -donde estaba asentada la organización-, Albacete, Barcelona, Castellón, Cuenca, Madrid, Murcia, Tarragona y Valencia, a las que habrían estafado un total de entre 15.000 y 20.000 euros, aunque el instituto armado cree que puede haber más perjudicados.

Debido a la forma de actuar de este entramado, puede existir un gran numero de personas que, aun habiendo sufrido esta estafa, no tenga conocimiento de ellos.

Los estafadores habían creado páginas web en las que ofrecían la posibilidad de obtener créditos rápidos y en unas condiciones muy ventajosas. Esas web, mediante distintas técnicas, conseguían una gran visibilidad en los buscadores de Internet, sobre todo en los más usados.

Para solicitar el crédito, los interesados debían rellenar algunos campos de datos y casi de forma inmediata recibían una llamada de los estafadores, quienes les confirmaban la operación y les pedían los últimos datos personales y financieros.

Una vez que se hacían con todos los datos necesarios, y usando una mercantil de aire acondicionado que el cabecilla regentaba a modo de "empresa pantalla", los estafadores recurrían a entidades financieras legítimas para solicitar un crédito de una cuantía muy por encima de la pedida por la víctima.

Tras lograr el dinero, le hacían al perjudicado el ingreso a su cuenta bancaria de la cantidad solicitada inicialmente.

Desde ese momento, las víctimas empezaban a abonar las cuotas con normalidad a la entidad de crédito legítima, de la cual no recibía ninguna notificación ni correo debido a que los estafadores ya se habían encargado de desviar cualquier tipo de contacto directo.

Comentarios