La Policía Nacional ha relatado la "violencia" y el "ensañamiento" que encontraron en el cadáver de la mujer muerta a cuchilladas en Albacete a mano de su excuñado, M.R.G., quien le propinó más de cien puñaladas, la mañana del 4 de junio de 2018 en el domicilio de la víctima, donde el autor confeso de la muerte entró cuando ella iba a salir hacia su trabajo.
La Audiencia Provincial ha celebrado este martes la tercera sesión del juicio, donde un tribunal del jurado deberá decidir si M.R.G. es culpable del delito de asesinato, por el que la Fiscalía propone 25 años de cárcel, y un delito de allanamiento de morada por el que le pide dos años más de prisión.
Entre los declarantes de la jornada han estado funcionarios del Grupo de Homicidios de la Comisaría Provincial y agentes que participaron en la investigación del crimen y el arresto de M.R.G., el mismo día por la tarde, a la salida de un local de apuestas.
Uno de ellos ha relatado que llegaron al domicilio de la víctima, en la calle Blasco Ibáñez, avisados por los padres de la mujer, que habían encontrado el cadáver en la cocina de la casa.
Se contabilizaron "más de 100 heridas" en el cuerpo de la mujer, causadas por un cuchillo y un machete, ha dicho el policía, que ha añadido que tantas cuchilladas apuntaban al "ensañamiento" del homicida y ha contado que llamó la atención que, "a pesar de toda la violencia que presentaba el cuerpo, en el escenario no había violencia".
La investigación policial tras el hallazgo del cuerpo sin vida de la mujer se centró pronto en el acusado, M.R.G., excuñado de la víctima, y de hecho se montó pronto un dispositivo para encontrarlo y detenerlo "viendo que había peligro inminente para la vida de algún familiar más", porque el acusado culpaba a los familiares de su exmujer de su separación.
La detención se produjo en torno a las 19,45 cuando el acusado salía de un bar de apuestas deportivas, han contado los agentes, que han incidido en que, aunque el acusado dijo que ese día estuvo bebiendo y mezcló alcohol y medicamentos, cuando fue detenido "no estaba bebido," y mantuvieron con él "una conversación normal".
En el arresto, M.R.G. admitió ser el autor del crimen y con él se encontró una mochila "con un machete y un cuchillo", aunque no los utilizados en el crimen, si bien el acusado acompañó a los funcionarios policiales para indicarles el contenedor y la papelera donde se había deshecho de las armas y la ropa manchada de sangre.
Otro de los agentes que ha prestado declaración en la Audiencia ha recordado cómo al entrar a la casa "había bastante sangre, desde la puerta de entrada, y un rastro hasta la cocina", dado que el acusado agredió primero a su excuñada en el acceso al piso y luego la arrastró hasta la cocina, donde la remató.
Este agente ha coincidido con su compañero en que, a excepción de la sangre, "todo estaba intacto, parecía que no había pasado nada", ha aseverado.
