El policía local de Albacete detenido asesinó a Jairo con la ayuda de un familiar

Tras golpear con un hierro hasta provocarle la muerte, el presunto autor material escondió el cadáver varios días en un trastero hasta que con la ayuda de un familiar, también arrestado, lo trasladaron hasta el río Júcar y lo arrojaron desde un puente

El policía local de Albacete detenido asesinó a Jairo con la ayuda de un familiar
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Agentes de la Policía Nacional de la comisaría de Albacete han esclarecido la muerte del hombre cuyo cadáver apareció flotando en el río Júcar el pasado mes de septiembre de 2017, situando como presunto autor material del homicidio a un policía local de Albacete, según han confirmado fuentes policiales a Europa Press.

Asimismo, se ha detenido a un familiar como presunto colaborador de los hechos y a otros dos familiares tras localizar dos kilos de droga y diversos utensilios para el cultivo y la elaboración durante los registros.

El pasado 8 de febrero un policía local de Albacete fue detenido como presunto implicado en la muerte de este hombre, para quien la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Albacete acordó prisión provisional comunicada y sin fianza.

Los hechos sucedieron el pasado mes de septiembre de 2017. Entonces se denunció la desaparición de un varón que se encontraba procesado por su presunta participación en un delito de tráfico de drogas, ha informado la Policía en nota de prensa.

Tras las primeras gestiones se pudo comprobar que el desaparecido no se había llevado documentos ni otros objetos habituales por lo que, al tratarse de un comportamiento completamente inusual según su rutina, se puso en marcha el protocolo policial habitual.

MURIÓ POR UN GOLPE EN LA CABEZA

Tras cuatro días sin que se tuvieran noticias suyas apareció su cadáver flotando en el río Júcar a la altura de Jorquera (Albacete). Una vez realizada la autopsia se pudo constatar que la causa del fallecimiento era un fuerte golpe en la cabeza y que la muerte se habría producido el mismo día de su desaparición.

Desde ese momento la investigación policial se orientó hacia el círculo de amistades y se comenzó a sospechar de una persona con quién el fallecido mantenía asuntos relacionados con el tráfico de drogas.

Tras cuatro meses de trabajo bajo la tutela del Juzgado de Instrucción y la Fiscalía, los agentes obtuvieron numerosos indicios e identificaron al presunto autor del crimen.

De las gestiones practicadas los investigadores determinaron que, presuntamente, recogió a la víctima y lo llevó a su trastero donde le golpeó con un hierro provocándole la muerte. Tras ello, dejó el cadáver unos días allí hasta que pudo contar con la ayuda de un familiar. Entre ambos lo trasladaron hasta el río Júcar, zona perfectamente conocida por el segundo, donde lo arrojaron desde el puente.

Con toda la información, los agentes pusieron en marcha un dispositivo operativo y arrestaron al presunto autor material. Con la colaboración de la Comisaría General de Policía Científica, los investigadores registraron su domicilio, vehículo, garaje y trastero y obtuvieron más indicios que reforzaban su presunta autoría. Ese mismo día también era detenido su colaborador.

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