El alcalde de Albacete, Manuel Serrano, ha anunciado el comienzo de las obras de la peatonalización del centro de la ciudad, que será en varias fases, y la previsión es que esta primera que empieza ahora esté finalizada "para la primera quincena de julio".
Una actuación con la vocación de enlazarse con otros proyectos, como los itinerarios seguros al centro, si bien la Corporación tiene "la intención de peatonalizar y cerrar al tráfico" las calles que se puedan.
En su visita al inicio de las obras ha concretado que esta primera fase, licitada por un presupuesto de 788.000 euros, actuará en las calles Tinte, Rosario, Dionisio Guardiola, Octavio Cuartero y Carnicerías, hasta la Plaza Mayor, y Albarderos, hasta el Callejón de las Portadas.
La intención es "conseguir una ciudad más amable, más humana, más transitable y más accesible, con la pretensión de calmar el tráfico y dar más dinamismo al tejido económico, especialmente al comercio y a la hostelería".
Serrano, acompañado por representantes del resto de grupos municipales y de los vecinos y los comerciantes, ha resaltado que ha sido un proceso muy participativo, que ha contado con la opinión de colectivos y organizaciones.
Los peatones "van a ganar espacio", al contar con calles de rasante única y aceras más anchas y con arbolado. También se va a intervenir en los cruces "para dar más seguridad" a los peatones y evitar colisiones entre los vehículos.
"Es un proyecto de ciudad" y la siguiente fase, ha anunciado el alcalde, supondrá la intervención de otra parte de la Calle Tinte y en Marqués de Villores, con la pretensión de no cortar el tráfico y de generar las menores dificultades posibles, y por un presupuesto de 750.000 euros.
El alcalde ha indicado que este miércoles se celebrará una Mesa de la Movilidad en la que se planteará "cómo seguir avanzando", con la idea de que la siguiente ejecución sea la calle Caba, desde Rosario hasta Baños, y dar continuidad con la calle Feria y Albarderos, "cuando se resuelva el problema con las tinajas".
Según Serrano, la previsión es que "en la primera quincena de julio la primera fase pueda estar terminada y, al terminar la Feria, pueda empezar la segunda fase".
En la mayoría de calles es "calmar el tráfico" con rasante única y donde los vehículos seguirán transitando y, en otras, como Rosario, se contará con cámaras de vigilancia y "será el diálogo quien decida cómo se corta y dónde se corta". La idea es "peatonalizar al máximo posible la almendra central" de la ciudad.
A las preguntas de los medios sobre en qué calles se negará el paso a vehículos, Serrano ha insistido en que "se va a cerrar al tráfico parte del centro y se hará por consenso y con las decisiones de los técnicos". De momento, sólo se hará en la calle del Rosario cuando esté licitado el proyecto de instalación de cámaras de control.
"Hay que resolver el paso de emergencias, transporte público y vecinos, pero la Corporación tiene la intención de peatonalizar y cerrar al tráfico las calles que se puedan", ha dejado claro.
