El Consejo de Gobierno ha aprobado el decreto de declaración del Parque Arqueológico de Libisosa, en Lezuza (Albacete), un enclave estratégico a lo largo de la historia desde la época ibera hasta la Baja Edad Media de donde se conservan restos casi en su estado original.
La consejera de Igualdad y portavoz del Ejecutivo regional, Blanca Fernández, en su comparecencia para informar de los acuerdos del Consejo de Gobierno, ha destacado que se trata del sexto parque arqueológico de la región y que con esta figura, además de la protección del patrimonio, también se contribuye al desarrollo económico, la diversificación de la economía y la atracción de turistas.
El Gobierno autonómico, según ha explicado la consejera, fundamenta esta decisión en cuatro hechos: la ubicación estratégica de Libisosa a lo largo de la historia desde la época ibera hasta la baja Edad Media; la importancia de los restos oretanos localizados, que se conservan casi en su estado original; los restos romanos que hay en el yacimiento; y, finalmente, por su inclusión dentro del paisaje y el control de los yacimientos que se encuentran alrededor.
Libisosa fue la primera ciudad de la actual comunidad autónoma que tuvo la categoría de colonia romana, fue la llamada Libisosa Forum Augustana, asentada sobre un anterior oppidum ibérico, y que fue objeto de una fortificación apresurada que cerró con una muralla lo que anteriormente fue parte del poblado oretano.
En estas obras se enterraron las dependencias oretanas existentes que quedaron en el mismo estado de uso que tenían en ese momento, lo que permitió una fosilización con sus contenidos habituales, algo que, desde el punto de vista arqueológico, hace que sean únicas y espectaculares.
Posteriormente, en época medieval, el cerro tuvo una ocupación de tipo religioso-militar, seguramente vinculada a órdenes militares.
En lo relativo a los materiales arqueológicos exhumados, Blanca Fernández han explicado que “han salido a la luz algunas de las mejores piezas de la región como dos ruedas de carro, una parrilla o unas pinzas de depilar, piezas que el Ayuntamiento ha musealizado en un centro de interpretación, lo que añade atractivos al yacimiento para convertirse en Parque Arqueológico”.
Fernández ha explicado que el estado de conservación de los restos estructurales, que se han venido restaurando en diferentes campañas, y la existencia de un programa de visitas guiadas, con sus recorridos y cartelería, constituyen otro aliciente para su declaración.
Los Parques Arqueológicos con los que cuenta en la actualidad Castilla-La Mancha son: Segóbriga, en Saelices (Cuenca); Carranque, en la misma localidad (Toledo); Recópolis, en Zorita (Guadalajara); Alarcos, en Poblete (Ciudad Real); y el Tolmo de Minateda, en Hellín (Albacete).
Una red que, tras esta declaración, se amplía a seis y que pasará en breve a siete ya que, tal como anunció el presidente de Castilla-La Mancha en el Debate del Estado de la Región, el Gobierno regional declarará a lo largo del otoño el yacimiento visitable del Cerro de las Cabezas, de Valdepeñas, como séptimo Parque Arqueológico, ha concluido la consejera.
El Gobierno regional ha realizado obras de mejora en la Red de Parques Arqueológicos y los yacimientos visitables mejorando el aspecto de los restos y las infraestructuras de los centros de recepción de visitantes, como el cambio de calderas en Recópolis o la renovación de la tienda y recepción en Alarcos.
Este año, el Ejecutivo regional ha destinado un millón de euros a los Parques Arqueológicos, cantidad que el año próximo aumentará hasta los 1,1 millones.
