El acusado de abusar sexualmente de la hija menor de su pareja niega los hechos

El hombre acusa a la menor de "inventarse todo" para poder irse a Paraguay con su padre
En la imagen de archivo el Palacio de Justicia - Juzgados en la ciudad de Albacete. Sede del Tribunal Superior de Justicia de CLM (TSJCM)
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El hombre acusado de agredir y abusar sexualmente de la hija menor de su mujer, de 13 años de edad, a la que, según la acusación, besó y manoseó en dos ocasiones, dándole dinero después para que no dijera nada, ha negado este miércoles los hechos en el juicio que ha tenido lugar en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete, donde se ha declarado inocente y ha asegurado que "nunca le dio dinero para nada".

El procesado, M.G.G., ha negado las acusaciones, alegando que no se quedó a solas con la menor esos días y que nunca le ha dado dinero. "Yo volví de la comunión porque tenía que sacar al ganado y en la casa no había nadie, además, nunca le he dado dinero para nada, si quiere dinero se lo pide a su madre".

Asimismo, M.G.G. ha acusado a la menor de "inventarse todo" y meterle a él de por medio para poder irse a Paraguay con su padre. "Es todo mentira, la muchacha se quería ir a Paraguay y llevaba mintiendo a su madre con varias cosas y al final me metió a mí en el lío y, desde que denunció los hechos, a los tres meses se fue allí a vivir".

Testimonio que no ha podido ser contrastado con las versiones de la menor y su mujer, la cual todavía convive con M.G.G., ya que ninguna se ha personado en el juicio, por lo que se ha procedido a reproducir la grabación de la declaración de la víctima en el Juzgado de Instrucción, donde relata como el acusado se acercó a ella tras la comunión, el 2 de junio de 2019, y, después de pedirle que le echara el aliento para ver si había bebido, la besó, pagándole 50 euros para que no dijera nada a su madre.

Según la menor, los hechos se repitieron a la semana siguiente, el 8 de junio, cuando el procesado, de nuevo, aprovechando que estaban a solas en la vivienda, se acercó a ella y le pidió un beso, diciéndole "sé que te gustó la otra vez". La joven aseguró haber opuesto resistencia, apartando a M.G.G. y echando a correr, siendo alcanzada en el salón, donde la sentó en el sofá para volver a besarla y tocarla.

Fue entonces cuando la menor comenzó a gritar y M.G.G. paró, dándole de nuevo dinero a cambio de su silencio.

En la declaración, la víctima asegura que finalmente se lo contó a su madre porque tenía miedo y no estaba a gusto conviviendo con el acusado.

Declaración que el abogado de la defensa rechaza porque, según alega, incumple el derecho de oralidad e inmediación, al no comparecer ninguna de las testigos, lo que impide que la defensa pueda hacer preguntas. Además, señala que no hay pruebas médicas forenses ni psicológicas que corroboren la versión de la menor, por lo que tan solo es "la palabra de la víctima contra la del acusado".

Por su parte, la Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de agresión sexual, por el que piden seis años de prisión, así como la prohibición de aproximarse y comunicarse con la menor durante ocho años.

Además, el Ministerio Fiscal solicita la pena de tres años de prisión por el delito de abuso sexual, y la prohibición de acercarse a la joven durante cuatro años, a quien deberá indemnizar en la cantidad de 3.000 euros.

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