Doctora acusada producir lesiones a menor al que escayoló dice siguió los protocolos

En la imagen de archivo el Palacio de Justicia - Juzgados en la ciudad de Albacete. Sede del Tribunal Superior de Justicia de CLM (TSJCM)
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El Juzgado de lo Penal número 1 de Albacete ha acogido este martes, 21 de febrero, el juicio contra una traumatóloga del Hospital General de Villarrobledo a la que la Fiscalía acusa de un presunto delito de lesiones imprudentes cometidas contra un menor que tenía fracturado el brazo y cuya escayola que le colocó la acusada le produjo, presuntamente, una herida "con síntomas de infección" que no trató, aunque la procesada ha negado que estuviera infectada y ha argumentado que "actuó siguiendo los protocolos y manuales médicos".

La acusada atendió en noviembre de 2011 a un niño "que se presentó con una fractura discal de cúbito y radio" que ya habían tratado "dos semanas antes" en el hospital de Palencia. "Llevaba una férula deteriorada y no inmovilizaba la fractura" por lo que la traumatóloga inició "un procedimiento habitual en el servicio" de inmovilizar con un yeso completo "codo y muñeca, las dos articulaciones" al comprobar, por una radiografía, "que la fractura estaba inestable y desplazada".

La procesada ha explicado que un día después se presentó de nuevo el menor con su madre en la consulta "con dolor". Tenía, ha dicho, edema en los dedos y eso "es normal cuando se pone una férula". La doctora comprobó, según ha relatado a preguntas de la Fiscalía, que tenía sensibilidad en los dedos, que los movía bien. "Por la tarde volvió porque tenía rozadura en la primera comisura de la mano", pero nada más.

Ha manifestado que siguió viendo al niño, con citas programadas, en días posteriores y en ninguna ni el menor "refirió dolor" ni la madre le dijo que había tenido fiebre, y es a las seis semanas de quitarle la escayola cuando vio "que tenía una herida en el codo", herida que "no estaba infectada", asegura la especialista, porque "no presentaba pus y el tejido tenía buen color". Ante eso, la facultativa "lavó bien la herida" y sólo practicó "puntos de aproximación, no de sutura" para que se curara bien.

La acusada ha asegurado, a preguntas de la acusación particular, que su práctica clínica fue la habitual para el manejo de estas heridas y que se viene realizado de forma rutinaria en el Servicio. "Tenía que poner una nueva escayola y no completar con yeso la férula que le pusieron en Palencia", porque, de hacerlo de esta última manera "sí se producen heridas", además de que esa fractura "necesitaba mucha sujeción porque no estaba bien inmovilizada".

HERIDA "FEÍSIMA, CON TROCITOS DE ESCAYOLA"

Por su parte, la madre del menor que presentó la denuncia ha relatado que el niño "tenía dolor y la mano hinchada" después de que la doctora le pusiera la primera escayola y fue a urgencias, "donde le realizaron unos cortes en la escayola y la hinchazón disminuyó". Posteriormente, "le reforzaron la escayola en la zona del codo, por dos ocasiones" y cuando se la retiraron, "vi que tenía una herida abierta, feísima, con trocitos de escayola dentro".

A partir de ahí, buscó ayuda asistencial en un médico de familia de Villarrobledo que le "dijo que la herida presentaba necrosis, infección y se la curó y le aplicó antibiótico".

En el juicio han declarado cinco médicos peritos en una prueba conjunta en la que dos de ellos, el médico de Villarrobledo que realizó las últimas curas al menor, y una forense, han manifestado que el tratamiento que se le practicó al niño no era el adecuado, mientras que los otros tres han argumentado todo lo contrario.

En concreto, no estaban de acuerdo en haberle puesto la escayola "pillando también el codo", en no haberle "completado la férula en lugar de ponerle yeso" algo que, para otros, "está vetado", y en la herida, si estaba infectada o no.

Para los dos médicos propuestos por la acusación popular y particular sí había infección pero los otros tres han aducido que "sin pus, mal olor, o manchas en la escayola" no hay infección. Incluso han explicado que la fiebre no tenía por qué deberse a una herida infectada y sí a cualquier proceso viral que pueda sufrir un niño de cuatro años, como era la víctima.

LA PRÁCTICA FUE "IMPECABLE"

Finalmente, a los tres que han discrepado se les ha preguntado si encontraban mala praxis en la acusada a la hora de realizar el tratamiento y los tres han contestado que no, incluso uno de ellos ha llegado a afirmar que "existió un ánimo de hacer bien y que la práctica era impecable". Han concluido que son "diagnósticos diferentes", "error de diagnóstico" pero no "mala praxis".

Tanto la representante del Ministerio Público como de la acusación particular han solicitado 4 meses y 15 días de prisión para la procesada por un delito de lesiones imprudentes y 2 años de inhabilitación especial para el ejercicio de su profesión, aunque la fiscal ha modificado su escrito en el sentido de que la herida "presentaba algún síntoma de infección", frente a que estaba infectada como relataba en el escrito de acusación inicial.

Igualmente solicitan que la facultativa indemnice al menor, en su caso representante legal, en 760,81 euros por las lesiones sufridas y en 3.494,28 euros por secuelas. Las defensas han pedido la libre absolución. El juicio ha quedado visto para sentencia.

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