La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha ha dado por controlado el brote de coronavirus detectado en un edificio de Albacete, ya que se han realizado pruebas a 30 personas y, hasta el momento, han dado 25 negativos, si bien aún hay cinco pendientes de conocer el resultado, que se espera tener este jueves.
En una rueda de prensa ofrecida este miércoles en Albacete, el director general de Salud Pública, Juan Camacho, ha recordado que en este brote se han detectado nueve casos de coronavirus en dos viviendas del edificio ubicado en el número 25 de la calle baños, una donde se produjeron cinco casos con síntomas leves que no requirieron hospitalización, y otra con cuatro casos, tres de ellos tuvieron que ser hospitalizados.
Camacho ha informado de que dos de estos pacientes han pasado de planta de hospitalización a la UVI y precisan de ventilación asistida.
El director general de Salud Pública ha indicado que, como consecuencia de este brote, el lunes se practicaron pruebas PCR a 30 contactos, que son todos los residentes del edificio -que está confinado con un auto judicial desde el lunes 6 de julio-, personas que residen habitualmente en este bloque aunque ahora están en otra residencia, la persona encargada de limpiar el portal y el personal que trabaja en un comercio que hay en el bajo del edificio.
En estos momentos, se conocen los resultados de 25 pruebas, que han dado todas negativas, y se está a la espera de conocer los cinco restantes.
Camacho ha señalado todas estas personas están en cuarentena y que, dentro de unos diez días, se les repetirá la prueba de diagnóstico molecular para confirmar que no tienen COVID-19 y, por lo tanto, puedan poner fin al confinamiento.
Ha explicado asimismo, que de forma preventiva, se ha ido elaborando también la lista de contactos de estos contactos del bloque de la calle Baños, si bien ha señalado que toda vez que esta treintena de contactos están asintomáticos y han dado negativo en coronavirus, no se hará prueba a los contactos de los contactos.
Sin embargo, sí ha señalado como posible que se deban realizar pruebas de detección en el "ámbito laboral" de uno de los nueve contagiados, que trabaja en la provincia de Ciudad Real, ya que en este caso sí es "pertinente hacer un estudio de seguimiento".
En cuanto al brote que se detectó en Tarazona de la Mancha, también en la provincia de Albacete, ha indicado que se han confirmado nueve casos en total, el último hace cuatro días, y ha precisado que corresponde a dos núcleos familiares, con un nexo común que es el "paciente índice".
En este caso, ha indicado que se han estudiado diez contactos, nueve de ellos negativos en pruebas de diagnóstico molecular.
Además, ha informado de que de los nueve casos, hay tres con síntomas leves, si bien ninguno de ellos ha tenido que ser hospitalizado.
Por otro lado, y preguntado por los dos casos detectados en sendas residencias de mayores de Albacete, ha señalado que uno de ellos se ha tratado de un paciente asintomático que fue ingresado en el hospital "con un diagnóstico quirúrgico" y que, en ese momento de ingreso, se le hizo una PCR y dio positiva.
Camacho ha valorado el "control exhausitivo" que se está realizando en los hospitales y ha añadido que en el caso de esta persona asintomática, hay que continuar con el estudio ya que el resultado de la prueba "no aclara si es una infección asintómatica activa o si es una infección en fase de resolución" pero aún no resuelta.
"NO EXISTE EL CIERRE DE CAMAS"
En otro orden de asuntos, el director general de Salud Pública de Castilla-La Mancha ha negado que se hayan cerrado casi 200 camas hospitalarias en la región, según ha denunciado el sindicato Satse, y ha explicado que "como todos los veranos, se adecua la capacidad asistencial a la demanda".
Durante su comparecencia, Camacho ha sido preguntado por la información aportada este martes por Satse, que cifra en 7.000 las camas hospitalarias que se cerrarán en verano en España, 194 de ellas en Castilla-La Mancha.
Sin embargo, el director general de Salud Pública ha comentado que desconoce el concepto "cierre de camas" a pesar de que ha trabajado "una parte importante" de su carrera profesional en la gestión hospitalaria y ha precisado que "hace ocho años se cerraron habitaciones, plantas enteras" de hospital.
En cambio, ha explicado que en estos momentos, "como en todos los veranos, se adecua la capacidad asistencial a la demanda", pero con "la salvedad de lo aprendido con la COVID-19", que supone poder "retornar a la capacidad máxima en 24 horas".
Por lo tanto, ha incidido en que no se deshabilitan camas, sino que "existe la adecuación de recursos a cada momento".
