Los agricultores de Albacete recibieron 6,5 millones de indemnizaciones en 2020, principalmente por daños producidos en los cultivos de melocotón y albaricoque por pedriscos, mal cuajado y heladas, según ha indicado Argroseguro.
En una nota de prensa, Agroseguro ha indicado este martes que los agricultores de Lérida y Murcia fueron los que recibieron en 2020 una cuantía mayor por siniestros en frutales, con indemnizaciones de 40,4 millones de euros y 29,3 millones, respectivamente.
En total, esta entidad abonó 132,4 millones de euros a los fruticultores que en 2020 aseguraron sus producciones, que se extendieron por 25 provincias españolas, han apuntado en un comunicado fuentes de esta organización.
Dichas indemnizaciones -cuya cifra aumentó un 15 % respecto a la de 2019- han sido para cubrir los daños en 46.940 hectáreas de explotaciones de melocotón, albaricoque, ciruela, manzana de mesa y de sidra, nectarina, paraguayo, platerina y pera.
En Lérida, los daños registrados han estado principalmente causados tanto por el pedrisco como por heladas en los melocotoneros.
El melocotón acumula la mayor parte de los pagos en el valle del Ebro, con 15,7 millones en Huesca y 6 millones en Zaragoza; en el caso de la pera, las indemnizaciones han alcanzado en La Rioja los 5,6 millones y en Navarra, los 2,4 millones.
En el suroeste peninsular, los productores asegurados de Murcia recibieron 29,3 millones y los de Albacete 6,5 millones, por los daños causados en los cultivos de albaricoque y melocotón afectados por pedrisco, mal cuajado y helada.
En Alicante (2,1 millones) y Valencia (1,6 millones), el albaricoque ha recibido las mayores indemnizaciones, mientras que en Extremadura la cifra, sobre todo para melocotón y ciruela, rozó los 20 millones (14,9 millones para Badajoz y 4,6 millones para Cáceres).
En León, los productores asegurados recibieron 1,1 millones para compensar daños en manzana producidos por las heladas del mes de marzo.
Agroseguro ha recordado que en 2020 se registró una meteorología muy inestable, con la llegada en enero de la borrasca Gloria, a la que le sucedieron varias tormentas de pedrisco, heladas y gotas frías que afectaron gravemente a las producciones de frutales.
