El artesano de Albacete Adolfo Ruiz ha sido uno de los protagonistas del Encuentro Cinegético de Pinhel -ciudad portuguesa que limita con Salamanca-, donde exhibió sus caperuzas artesanales de cuero para halcones, "imprescindibles para eliminar al estrés de este ave".
Según explicó a EFE, esos curiosos utensilios que se colocan sobre la cabeza de los halcones tienen su razón de ser en que hacen que el animal no vea nada, de forma que los halcones puedan viajar sin necesidad de que vayan "estresados".
"Si el animal no ve nada, se puede asegurar que no se 'estresa' en absoluto, de ahí que siempre tenga que viajar con la caperuza puesta", asegura Adolfo Ruiz, que estos días ha participado en el encuentro cinegético de Pinhel promocionando artículos relacionados con la cetrería.
Sus caperuzas, además de venderse por España y Portugal, también son muy demandadas en territorios como los Emiratos Árabes, Canadá, Brasil o Argentina, entre otros países.
El artesano manchego fabrica, al año, alrededor de medio millar de caperuzas, todas a mano y a medida del animal.
La práctica de la cetrería, según Ruiz, tiene cada vez más adeptos, y en España ya hay alrededor de 4.000 halcones que se usan para esta actividad.
La cetrería es un arte relacionado con el adiestramiento que tiene numerosas funciones, una de ellas cada vez más relevante, ya la de espantar aves de gran tamaño en aeropuertos, por lo que los halcones adiestrados "son importantes para la seguridad aérea".
En el ámbito de la educación ambiental también es muy demandada, sobre todo, para mostrar a los escolares cómo practican la caza este tipo de animales.
Además, desde hace años juega un papel relevante en zonas urbanas, ya que los halcones se usan para controlar la fauna de palomas y gaviotas, cuya superpoblación puede generar serios problemas de convivencia.
Incluso, en los últimos dos años, la cetrería se ha vuelto una herramienta muy útil para atrapar "drones" que no disponen de los permisos necesarios para la práctica de vuelos.
Y, sobre todo, los halcones se usan para la práctica de la caza, ya que son animales que pueden capturar especies como conejos, liebres o perdices.
Todos estos usos hacen que la artesanía de las caperuzas para halcones tenga cada vez más auge y aumente la demanda.
Junto a ese utensilio, este artesano también ha exhibido otros aperos para la práctica de la cetrería con halcones, tales como señuelos que imitan a otras aves como las palomas, muy útiles para el proceso de adiestramiento del animal.
Según los expertos, la cetrería es un arte que se remonta a la Edad Media, aunque entonces era casi un privilegio de las clases nobles y de los reyes.
En la península Ibérica, el impulsor de esta actividad fue el popular Félix Rodríguez de la Fuente en la década de los 80 con su programa de televisión "El Hombre y la Tierra" y con la publicación del libro que tituló "El Arte de la Cetrería".
Con ello animó a que muchos cazadores se iniciaran en al antiguo arte de cazar con este tipo de rapaces.
