Feijóo y el PP se marcan la Moncloa como meta tras cerrar la etapa de Casado

Feijóo pide un partido "unido" para "ganar": "Reivindico el PP de las mayorías absolutas de Rajoy y Aznar"
Isabel Díaz Ayuso, Cuca Gamarra, Alberto Núñez Feijóo y Pablo Casado, en el XX Congreso Nacional del PP que se celebra en Sevilla
photo_camera Isabel Díaz Ayuso, Cuca Gamarra, Alberto Núñez Feijóo y Pablo Casado, en el XX Congreso Nacional del PP que se celebra en Sevilla

En su XX congreso, el PP ha encumbrado a Alberto Núñez Feijóo, que mañana será proclamado líder del partido y le ha encomendado la misma meta que el propio presidente de la Xunta de Galicia se ha fijado para sí mismo: ganar y gobernar, y abrir, desde una unidad "innegociable", una nueva página en la formación, tras cerrar la de Pablo Casado.

"He venido aquí para ganar y para gobernar si no, no hubiera venido, lo vamos a trabajar todos los días", ha afirmado Feijóo en el discurso con el que ha cerrado la primera jornada del cónclave en Sevilla en el que, esta vez sí, será elegido por aclamación, un escenario que muchos deseaban en 2018, como salida al shock que dejó la moción de censura a Mariano Rajoy.

Y ganar y gobernar es lo que le han reclamado este viernes los pesos pesados del partido, desde los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, mientras que Casado, que se ha despedido y ha anunciado que deja su escaño, le ha dicho que lo tiene a su alcance porque hereda el PP "a las puertas de la Moncloa".

El futuro líder del PP ha continuado en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla (Fibes) el esbozo del partido, que terminará de delinear cuando el Comité Ejecutivo Nacional nombre a su cúpula el próximo domingo.

Tras desvelar ayer que Cuca Gamarra será la secretaria general, este viernes ha hecho público que Elías Bendodo, hombre fuerte del presidente andaluz, Juanma Moreno, será el coordinador general, mientras que un dirigente gallego, Diego Calvo, estará al frente del Comité Electoral y José Antonio Monago presidirá el Comité de Derechos y Garantías.

Feijóo ha sostenido, además, que quiere un partido vivo, que debate y se corrige "con lealtad", abierto y "no enclaustrado en las paredes orgánicas" y con una condición "innegociable": que esté unido. No pide, ha recalcado, "seguidismo ciego" y no cree "en adanes, caudillos, ni salvadores", si no en el "trabajo común" porque "divididos y endiosados no se consigue nada".

Todo con un objetivo por el que trabajará "hasta el último aliento": gobernar y que el PP vuelva a conseguir las mayorías absolutas de José María Aznar y Mariano Rajoy. Aplicará para ello la receta de no excluir a nadie y contar con mayores, jóvenes, quienes hayan tenido responsabilidad antes y quienes no están ya en política pero trabajan por España, a los que quiere recuperar en un futuro Ejecutivo.

Si le ayudan a hacer buena oposición, habrá Gobierno, ha afirmado, y en ese caso estos cargos que ahora no están, estarán. El contexto actual, con el PP reduciendo gastos y sin posibilidad de fichar dirigentes que no cuenten ya con un cargo público, complicaba una alineación con nombres que ya no están en política y que podrían volver para ocupar carteras en un hipotético Gobierno.

Ante los suyos, Feijóo ha dejado también una lección: "hacer las cosas bien significa en primer lugar dar las gracias" y, en una jornada en la que no han abundado las referencias a Pablo Casado, el presidente de la Xunta sí le ha agradecido que sujetase la bandera del PP en los tramos "cuesta arriba" del camino y la entregue este viernes con "un enorme esfuerzo de generosidad".

"No sé el día, pero sé el hecho: yo también subiré unas escaleras para presentar mi renuncia (...) espero hacerlo con la gallardía que lo ha hecho Aznar, Rajoy y Casado", ha afirmado. También Aznar y Rajoy han agradecido el rol desempeñado por Casado en un momento de dificultad para el partido.

El propio Casado se ha marchado defendiendo su legado, en el que deja al PP, ha dicho, a las puertas del Gobierno, tras prácticamente absorber a Ciudadanos y, a su juicio, dejar "las cosas claras a Vox".

Con el fantasma de la crisis interna que este viernes se da por superada de fondo, pero también de la división del centroderecha, los populares han vuelto una y otra vez a 1990 para tomar el X Congreso en el que Aznar asumió las riendas como ejemplo para su reinicio, "centrados en la libertad" y como casa común de las distintas familias del centroderecha.

El propio Aznar, que ha intervenido por videoconferencia debido al covid, ha dicho que su tarea entonces "no es muy distinta" de la que ahora espera a Feijóo y ha avisado de que no pueden fallar.

Aznar ha revivido además el momento en el que Manuel Fraga, del que Feijóo también se reivindica heredero, rompió su carta de dimisión sin fecha para decir que, aunque Feijóo no la ha escrito, él también la rompe simbólicamente, en un cierre de filas que han repetido al unísono todos los populares.

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