La imagen del salón de plenos del Parlamento de Castilla-La Mancha ha cambiado sensiblemente desde la última sesión antes de la pandemia por COVID-19 y los besos y abrazos se han sustituido por saludos con el codo y las mascarillas se han convertido en una prenda más del atuendo del diputado y de obligado uso desde los escaños.
Ochenta y cuatro días después del último pleno con el arco parlamentario al completo -el 12 de marzo en la última semana antes de que fuera decretado el estado de alarma- 32 de los 33 diputados de las Cortes regionales, porque este jueves ha estado ausente el diputado regional del PSOE por Ciudad Real Iván Rodrigo, han vuelto a llenar los escaños del Parlamento castellano-manchego para la primera sesión plenaria tras retomar la actividad después de la suspensión por el coronavirus.
Si bien durante estos casi tres meses de crisis sanitaria se han celebrado comparecencias en comisión y un pleno extraordinario el 2 de mayo en el que el presidente regional, Emiliano García-Page, y el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, dieron cuenta de la gestión del Ejecutivo autonómico durante la pandemia, no ha sido hasta este jueves cuando se ha producido la verdadera vuelta a la normalidad.
No obstante, el presidente de las Cortes regionales, Pablo Bellido, ha trasladado una serie de instrucciones antes de comenzar la sesión, ha pedido colaboración a sus señorías y ha señalado que durante todo el pleno todos los asistentes deben llevar correctamente colocada la mascarilla y tan sólo pueden quitársela quienes intervinieran en la tribuna de oradores y los miembros de la Mesa, al haber podido ampliar la distancia de seguridad.
También es obligatorio el uso de la mascarilla al formular las preguntas orales desde los escaños y al dar respuesta a las mismas por parte de miembros del Consejo de Gobierno.
Además, Bellido ha indicado la obligatoriedad de acceder al salón de plenos por la puerta principal y salir siempre por la puerta del fondo, así como ha apuntado que los diputados que por ser persona de riesgo o querer reforzar su seguridad prefieran seguir el desarrollo del pleno desde su despacho, está permitido y pueden visionarlo a través del circuito interno de la Cámara.
Debido a las dimensiones del salón, los diputados han ocupado los escaños y han dejado uno libre entre ellos y todos, sin excepción, han utilizado la preceptiva mascarilla, la mayoría quirúrgicas aunque también ha habido algunas de color como la roja de la portavoz del PSOE, Ana Isabel Abengózar, o la azul de la portavoz 'popular', Lola Merino.
Al llegar a los escaños, a primera hora, algunos diputados han colocado un bote de gel hidroalcohólico para mantener la higiene de las manos en las largas horas de pleno, un material que también estaba a disposición de los diputados en la entrada al salón.
Han mantenido la mascarilla durante toda la jornada salvo al subir a la tribuna y también los miembros de la Mesa, pese a no ser obligatorio para ellos, han predicado con el ejemplo.
Por todo ello, al finalizar la sesión el presidente del Parlamento autonómico ha agradecido el comportamiento de los diputados en este primer pleno tras la suspensión por la COVID-19 así como el servicio prestado por los trabajadores de la Cámara -también escrupulosos en el cumplimiento de las medidas de higiene y seguridad- y, sobre todo, ha agradecido a Fani, limpiadora de las Cortes, su afanoso trabajo por limpiar el micrófono y la tribuna cada vez que ha intervenido un orador.
El coronavirus ha cambiado la imagen y la normalidad en muchos ámbitos, también en el Parlamento de Castilla-La Mancha, donde la nueva normalidad ha requerido de una adaptación no solo de medidas en el edificio sino también en la actitud de los propios diputados.
