La oposición presiona para acortar el estado de alarma y tener más control de las medidas

Por el momento, excepto el PSOE y Unidas Podemos, ningún otro partido ha avanzado que vaya a votar a favor de la prórroga, por lo que su autorización está en el aire
La vicesecretaria de Política Social del PP, Cuca Gamarra, en una imagen de archivo
photo_camera La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, en una imagen de archivo

Ningún grupo de la oposición al Gobierno, incluidos los habituales aliados parlamentarios, acepta el estado de alarma tal y como está planteado y, por ello, pedirán hasta el jueves dos cambios: que se acorte el plazo de seis meses dado inicialmente y que el Congreso pueda ejercer un mayor control de las medidas.

Por el momento, excepto el PSOE y Unidas Podemos, ningún otro partido ha avanzado que vaya a votar a favor de la prórroga, por lo que su autorización está en el aire.

El decreto con la ampliación del estado de alarma hasta el 9 de mayo ha llegado a la Cámara después de su aprobación en el Consejo de Ministros.

La Junta de Portavoces ha acordado que tanto el estado de alarma como su duración de seis meses se debata y se autorice el jueves que viene a partir de las 9.00 horas, y no será el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el que exponga las razones, sino el ministro de Sanidad, Salvador Illa.

El PP y Vox han denunciado que el jefe del Ejecutivo no comparezca para explicar las condiciones de un estado de alarma que delega en las comunidades autónomas el alcance de las medidas, incluida la prohibición de la movilidad en horario nocturno a partir del 9 de noviembre.

La portavoz del grupo popular, Cuca Gamarra, ha criticado la ausencia del presidente, pero sobre todo ha desgranado por qué su partido no acepta algunas de las características del nuevo estado de alarma, el tercero declarado para combatir la pandemia del coronavirus tras el de marzo y el reciente que afectó fundamentalmente a Madrid.

Seis meses de prórroga no se ajusta al criterio de proporcionalidad que establece la Constitución para esta figura aplicable en casos de emergencia sanitarias tales como una pandemia.

También esquiva el control parlamentario, ya que al ser sólo una petición de prórroga, sólo habría una negociación, a no ser que los seis meses no sean suficientes y el Gobierno, en abril de 2021, se vea obligado a alargar el plazo.

Por "lógica", cree Gamarra que el Gobierno entenderá que no puede ser tan duradero el nuevo estado de alarma.

La portavoz del PP ha destacado que hasta el jueves se abre un periodo de negociación con el Ejecutivo, ya que los grupos pueden presentar propuestas de resolución para cambiar o introducir medidas del estado de alarma. Sin embargo, Gamarra ha dicho que con el Gobierno no está habiendo diálogo.

Es pronto para anticipar el voto de los grupos de la oposición. Este martes, sin embargo, todos han puesto pegas.

El líder de Más País, Íñigo Errejón, ha adelantado que está preparando junto con el diputado de Compromís, Joan Baldoví, una resolución que obligue al Gobierno a rendir cuentas con una periodicidad concreta.

A ninguno de estos partidos convence que la comparecencia del Ejecutivo sea cada 15 días, como hizo Sánchez durante el primer estado de alarma, que fue prorrogado seis veces y se alargó hasta junio.

Errejón ha afirmado que “los mecanismos de excepción no pueden durar medio año con el piloto automático” y que el Congreso, en consecuencia, "no puede dar un cheque en blanco".

Lo que quiere el diputado es que el Gobierno rinda cuentas con frecuencia, aunque, en principio, sin necesidad de votación de las prórrogas.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, no está tanto en contra de los seis meses como que durante ese tiempo nadie del Ejecutivo explique la evolución de la pandemia.

No basta con que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, vaya cada quince días a la comisión correspondiente a transmitir esta información, sino que debe asentarse un mecanismo de control más riguroso.

Es lo que negociarán con el grupo socialista y con el de Unidas Podemos, al igual que hará EH Bildu, cuya posición sobre el estado de alarma es favorable, pero siempre y cuando al Congreso se le permita controlar las medidas que se vayan aplicando.

JxCat, tal y como ha recalcado su portavoz, Laura Borràs, tampoco defiende la ausencia de rendición de cuentas al Congreso.

Cs ya ha dejado claro que no le gusta el estado de alarma aprobado el pasado domingo, por lo que al día siguiente iniciaron contactos con la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, para concretar en qué ámbito puede haber cambios: en la duración, en la periodicidad del control parlamentario o en ambos.

Fuentes de Cs han incidido este martes en que las negociaciones con el Gobierno continúan.

En representación de Vox, su portavoz, Iván Espinosa de los Monteros, ha señalado que no comparte ni una alarma de seis meses ni una de dos, como ha propuesto el PP.

Según ha indicado este martes, la iniciativa es "inconstitucional" porque recorta libertades.

Comentarios