La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal ya realizó una modificación de esta normativa sobre la que se configuraría el arco parlamentario de las futuras Cortes regionales, en la presente Legislatura, y si hubiera elecciones en la actualidad, los ciudadanos elegirían con su voto a 53 diputados, 4 más que en la anterior reforma llevada a cabo por el ex presidente de la Junta de Comunidades, José María Barreda, sin embargo, esta ampliación de escaños se realizó antes de que el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, obligara a sus barones territoriales a reducir parlamentarios autonómicos, una medida de ahorro del gasto público, una nueva reforma de las estructuras administrativas y de poder, pero sobre todo una política que busca ser ejemplarizante de cara a la ciudadanía, que ha sufrido los recortes,
Con el texto que presenta el grupo del PP, y que contempla un arco parlamentaria de 25 a 35 diputados, parece a priori que Toledo pasará de 13 a 9 o 7, Ciudad Real de 12 a 8 o 6, Albacete de 10 a 8 o 6, Cuenca de 9 a 7 o 5, y Guadalajara de 9 a 7 o 5, apostando por una reforma electoral que aún tienen espacios para el debate y que están sin fijar sus límites, tanto por arriba como por abajo, en cuanto al número de escaños.
Esta reforma electoral, que a priori parece la definitiva para las elecciones a la Presidencia de la Junta de Comunidades y a las Cortes de Castilla-La Mancha en 2015, también servirá de tablero para la configuración de las estrategias y diseños de campañas electorales de los dos principales partidos con opción a obtener gobierno, a pesar de la incertidumbre que reina en las estructuras internas del PP y del PSOE, después de darse a conocer unos datos del CIS, que reflejan una importante pérdida de intención de voto de ambas formaciones.
