Tirado e Irízar reclaman el mismo consenso con el que nacieron las Cortes

El primer presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Javier Irízar, y el actual presidente, Vicente Tirado, reclaman recuperar el espíritu de consenso que permitió el nacimiento del Parlamento castellanomanchego hace treinta años

El primer presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Javier Irízar, y el actual presidente, Vicente Tirado, reclaman recuperar el espíritu de consenso que permitió el nacimiento del Parlamento castellanomanchego hace treinta años.

Con motivo de esta celebración, la Agencia Efe ha entrevistado por separado a los dos presidentes, satisfechos por el camino recorrido por la comunidad autónoma y el Parlamento desde que éste quedara constituido el 31 de mayo de 1983.

Un proceso que, como recuerda Irízar, no fue fácil, porque "estaba todo por hacer", no había sentimiento histórico, bandera ni himno e incluso se desató una agria polémica sobre si la capital de la comunidad debía ser Toledo o Cuenca.

Pero se hizo el esfuerzo, se fraguaron los consensos necesarios -"entonces era más fácil que ahora", afirma- y se pudo "empezar de cero".

Vicente Tirado, en ese sentido, recuerda que "de manera valiente, ilusionada y responsable" los ciudadanos de la actual Castilla-La Mancha y sus representantes "tuvieron el legítimo deseo de constituir una región con unos lazos y una historia común dentro de la pluralidad que tiene Castilla-La Mancha".

Para Tirado, los transcurridos desde entonces "han sido los mejores 30 años de la historia de los hombres y mujeres que viven en el territorio que es Castilla-La Mancha", lo que constituye "un éxito colectivo de todos los castellanomanchegos".

Irízar coincide en que en 1983 había la sensación de que los momentos que se vivían iban a tener mucha importancia para la sociedad y ahora mira con satisfacción hacia atrás y opina que las cosas funcionaron.

El exsenador rememora que él recorrió la región, bien en compañía de José Bono o bien en solitario, para dar a conocer la institución y mostrar a los ciudadanos que tenían unos representantes, que, aunque tenían pocas competencias, sí que empezaron a crear un primer cuerpo legislativo y a aprobar los primeros presupuestos.

Según Vicente Tirado, el objetivo era crear "un gobierno más eficaz, más cercano" sin perder una seña de identidad clave del castellanomanchego: "sentirse profundamente español".

Subraya el actual presidente del Parlamento la importancia de que, tras 28 años de gobiernos del PSOE, en 2011 llegara "la alternancia" al Parlamento con la primera victoria del PP, pues esa es "la esencia de la democracia".

Y ambos inciden en que, como entonces, en un momento difícil y de cambio es necesario tejer consensos.

"Es absolutamente imprescindible", declara Irízar, mientras que Tirado lo considera "más necesario que nunca".

Para el actual presidente de las Cortes, la celebración del 30 aniversario es una oportunidad de encontrar puntos de unión sobre realidades "que se puedan verificar", que puedan ayudar a conseguir tres objetivos: crecimiento, empleo y bienestar.

Hace treinta años, como ahora, los diputados no cobraban un sueldo fijo, sino dietas, si bien sólo tenían actividad cuatro meses al año.

Tirado subraya la importancia de que el Parlamento haga gestos como éste para acercarse a la sociedad, que reclama medidas como esa.

Entonces, recuerda Irízar, sólo había una diputada, algo que "afortunadamente" ha cambiado y ahora hay una paridad "totalmente justa".

En lo que no están de acuerdo es en la pretensión del PP de reducir el número de diputados, una medida que, a juicio de Tirado, sirve para recuperar la confianza de la gente en las comunidades autónomas y en un sistema autonómico que es bueno pero tiene que ser sostenible.

Sin embargo, el primer presidente del Parlamento considera que el número de diputados que hay ahora no es excesivo y la reducción lo que conseguirá es hacer que no puedan entrar otros partidos en las Cortes.

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