Soraya Sáenz de Santamaría ganaría las elecciones a la presidencia el PP con el 42,8 % de los votos, a escasa distancia de su rival, Pablo Casado, que obtendría el 42,5 % de los apoyos, según una encuesta de NC Report que publica hoy domingo el diario La Razón.
Son los votantes del PP más jóvenes -los que tienen entre 18 y 34 años- los que más se decantan por la exvicepresidenta del Gobierno, en tanto que Pablo Casado tiene entre los simpatizantes más mayores -los de 55 y más años- a sus más fieles aliados, según este sondeo.
El trabajo se ha realizado esta semana sobre una muestra de 600 entrevistas a votantes y simpatizantes del PP, que en un 40,2 % se definen "de derechas", un 25,2 % de centro-derecha, un 14,2 % de centro y un 6,4 %, de centro-izquierda.
Un 69,1 % afirmó que llevan votando al PP "toda la vida", el 72,3 % dijo que le votarán de nuevo en unas próximas elecciones y nueve de cada diez -el 92,3 %- opinaron que la defensa de la unidad de España es el valor por excelencia que debe defender el partido.
En una escala del 1 al 10, sitúan al PP en un 6,8 en el eje centro/derecha, siendo el 1 el centro y la derecha el 10 y una amplía mayoría (el 83,7 %) considera que el partido no ha perdido sus valores.
Preguntados sobre si el ex presidente del Gobierno José María Aznar "sigue siendo un referente en el PP", el 48,7 % respondió que no y cuando la cuestión fue valorar la gestión realizada por Mariano Rajoy, su labor al frente del partido y del Ejecutivo central recibió una puntuación de 6,4 sobre 8.
Cuando se trata de valorar la gestión de Albert Rivera, los entrevistados le dan casi un sobresaliente, pues otorgan al líder de Ciudadanos un 5,2, pero en este caso en una escala del 0 al 6.
LA SOBERBIA NO GANA CONGRESOS NI ELECCIONES
Por otra parte, el candidato a la presidencia nacional del PP Pablo Casado ha afirmado este domingo que "la soberbia no hace ganar congresos pero sí perder elecciones", en respuesta a unas declaraciones en las que su rival, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que un debate entre los dos "le haría mucho daño a él, pero también al partido".
A menos de una semana de la votación crucial de los compromisarios, durante un acto en la Explanada de España de Alicante en el que ha estado acompañado de algunos de los principales cargos del PP en la provincia, Casado ha salido al paso de las afirmaciones realizadas por Santamaría en una entrevista publicada en el diario ABC.
En la publicación, la exvicepresidenta asegura que a ella un debate con Casado le "vendría personalmente muy bien", porque "sería muy fácil comparar preparación, trayectoria, currículum, experiencia y programa", y dice que no comparte con éste la "manera de hacer política".
Estas palabras han llevado a Casado a hacer gala de la "humildad" y "cercanía" de su proyecto y a recalcar que fue él quien pidió ese debate, pese a lo cual el comité organizador y la candidatura de la exvicepresidenta concluyeron que "no es bueno debatir sobre ideas en un partido", algo que ha calificado de "sorprendente".
Frente a esta idea, su rival ha recalcado que antepone "los intereses del PP y de España" y ha reiterado una de las ideas fuerza desde que resultó la precandidata más votada por la militancia: llevar al congreso extraordinario una lista de integración en la que "gane todo el partido".
Para ello, en declaraciones a los medios durante una visita a Badajoz en compañía del líder de los populares extremeños, José Antonio Monago, Sáenz de Santamaría ha expresado su voluntad de poder hablar "largo y tendido" con su rival.
Pero en la cuestión de la integración, Casado ha insistido en que es él quien tiene más capacidad para aunar al partido y ha comentado, en referencia a Sáenz de Santamaría, que "otras candidaturas en el Consejo de Ministros no fueron capaces de integrar".
A este respecto, ha señalado que al acto de este domingo en Gandía (Valencia) han acudido dos precandidatos -el exministro José Manuel García-Margallo y Helio Cabanes-, que a otro de mañana con Adolfo Suárez Illana también irá el aspirante José Ramón García Hernández, y que "desde el primer día" el equipo de campaña de María Dolores de Cospedal lo apoyó.
"Si hemos sido capaces de trabajar conjuntamente cinco de los seis candidatos, cómo no vamos a hacerlo con la candidatura que pudiera quedar fuera del Congreso", ha apostillado.
Casado ha citado a la actual secretaria general del PP poco antes de trascender que la exministra de Defensa estará mañana en el desayuno informativo que va a protagonizar en Madrid, lo que en el entorno de Casado entienden como un gesto de apoyo implícito de la "número dos" del partido.
Este domingo ha vuelto a estar presente en la campaña de los dos aspirantes a suceder a Mariano Rajoy la polémica en relación al vídeo denunciado el sábado ante el comité organizador del congreso por la candidatura de Santamaría, que ha vuelto a insistir en que la formación "no había vivido nunca este tipo de cosas".
Al respecto, Casado ha reiterado que es a él a quien "más perjudica" esta polémica y ha abogado por "superar ese debate" ya que él mismo ha "sufrido muchos vídeos difamatorios esta campaña" en las redes sociales que no han trascendido.
"UN DEBATE CON CASADO LE HARÍA MUCHO DAÑO A ÉL"
Por otra parte, la candidata a la presidencia del PP Soraya Sáenz de Santamaría ha sostenido que no quiere debatir con el otro candidato, Pablo Casado, porque "en la dinámica en la que está Pablo Casado ese debate le haría mucho daño a él, pero también al partido".
En una entrevista en ABC, Sáenz de Santamaría asegura que a ella un debate con Casado le "vendría personalmente muy bien", porque "sería muy fácil comparar preparación, trayectoria, currículum, experiencia y programa", y dice que no comparte con éste la "manera de hacer política".
Señala que el vídeo que se ha difundido contra su candidatura es una "prueba absoluta de mal gusto político" y que el PP es la "antítesis de ese vídeo".
Asegura que para el PP "será un lujo seguir contando" con la exsecretaria general y exministra María Dolores de Cospedal y reprocha a Casado que hiciera "un favor a Pedro Sánchez" al decir que fueron sus políticas en el Gobierno de Rajoy las que llevaron al PP en la oposición.
A los que la acusan de ser una mera gestora del BOE, más administrativa que política, la exvicepresidenta del Ejecutivo les responde que "no le ganaba los debates a Fernández de la Vega, Rubalcaba, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera recitando el Código Civil ni las leyes administrativas, sino haciendo política contra el PSOE, no contra mis compañeros de Gobierno".
