Senado y comunidades autónomas, ¿a la XII Legislatura va la vencida?

Una legislatura más y el Senado vuelve a pedir sitio como foro de diálogo entre los gobiernos central y autonómicos. Tras varios años adormecida, la Cámara Alta quiere aprovechar la XII Legislatura para despertar como lugar estable de reunión entre las comunidades autónomas.

Más allá de a dónde llegue el enésimo compromiso para estudiar la reforma del Senado, los objetivos de quienes pretenden reactivar la Cámara como foro de debate de los asuntos autonómicos ya están encima de la mesa. El portavoz del grupo socialista, Vicente Álvarez Areces, no quiere perder tiempo.

Ayer mismo registró dos peticiones de comparecencia de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, en la Comisión General de Comunidades Autónomas y en la de Entidades Locales, y el próximo martes, en la sesión de control, le preguntará cuándo va a organizar el Gobierno la Conferencia de Presidentes y con qué agenda política.

Al ser responsable de las relaciones con las administraciones territoriales, Álvarez Areces quiere subir la presión política hasta Sáenz de Santamaría. Si efectivamente el Gobierno quiere dialogar con las comunidades autónomas, es el momento de reactivar el Senado, asegura a Efe.

Tres líneas de presión va a desplegar, las tres con el Senado como elemento común.

Por un lado, hacer que la próxima Conferencia de Presidentes prometida por Mariano Rajoy, aunque todavía sin fecha (se baraja que pueda desplazarse a enero de 2017), cuente con un orden del día de calado político: la nueva financiación autonómica y la derogación de la LOMCE son las prioridades.

Cuando sea oficial la convocatoria, será la sexta Conferencia de Presidentes desde su puesta en marcha en 2004. José Luis Rodríguez Zapatero se enfrentó a cinco y Rajoy a una, en octubre de 2012.

La segunda línea de presión consistirá en instar al Gobierno a celebrar un debate sobre el estado de las autonomías, un evento cuya periodicidad se ha diluido.

Cinco ediciones cupieron entre 1985 y 1997, pero luego hubo que esperar ocho años hasta la sexta. De la séptima edición no se tiene noticias aún, de ahí la relevancia que el senador socialista por Asturias concede al cónclave.

Es un debate desconocido: por ejemplo, el de 2005 congregó en el Senado durante dos días y medio al presidente del Gobierno, a sus ministros, a los presidentes autonómicos y a los senadores.

Del debate salieron 52 mociones, de las que el pleno, una semana después, aprobó 19, algunas relacionadas con las lenguas oficiales, las infraestructuras en Cataluña o una nueva financiación autonómica.

Y la última línea de presión la trazará Areces en dos órganos infrautilizados, a su juicio: la Comisión General de Comunidades Autónomas y la de Entidades Locales.

El PSOE quiere que el Gobierno dé un protagonismo mayor a dos órganos con poco recorrido durante la X Legislatura. Recuerda Areces que en el periodo 2011-2015 la Comisión de Comunidades Autónomas sólo celebró tres sesiones de relevancia política, frente a las nueve de la legislatura anterior.

Denuncia que ha pedido a la Junta de Portavoces hasta en tres ocasiones que dé agenda a este órgano, pero sus llamamientos han sido en vano.

La Mesa de la Comisión, que preside el popular Juan José Imbroda, empieza a estar llena de medidas a debatir, un total de 19, entre ellas cinco mociones y nueve peticiones de los gobiernos de Extremadura, Andalucía o Aragón, la mayoría para analizar el impacto de la LOMCE y proceder a su desmontaje.

También tendrá importancia la Comisión de Entidades Locales, pero su presidente, el senador del PP José Ramón Bauzá, no ha convocado reuniones por ahora, aunque, como puntualizan a Efe fuentes del grupo popular, su interlocución con los portavoces es constante.

Añaden las fuentes que el objetivo del presidente es funcionar como "correa de transmisión con el Gobierno" para que la Comisión resulte ágil.

Tras las dos legislaturas de Zapatero, con cuatro conferencias de presidentes y un debate sobre el estado de las autonomías, y una de Rajoy, marcada por la mayoría absoluta, la XII parece prometedora para que el Senado vuelva a vestirse como en las grandes ocasiones y reciba al presidente del Gobierno y a los presidentes autonómicos. Con qué frecuencia, ya se verá.

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