Unanimidad en el convenio entre CLM y Canarias que avanza en cohesión sanitaria

Castilla-La Mancha lidera el proyecto de Historia Clínica Electrónica Interoperable multi-regional, que mejorará la respuesta asistencial
El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, durante su intervención en el Pleno de las Cortes regionales
photo_camera El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, durante su intervención en el Pleno de las Cortes regionales

Las Cortes regionales han aprobado este jueves por unanimidad el convenio adoptado entre la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la comunidad autónoma de Canarias para la gestión compartida del proyecto de compra pública de innovación sobre historia clínica interoperable y multirregional, que avanza hacia la cohesión del sistema nacional de salud.

Este convenio de cooperación, que busca resolver las limitaciones de interoperabilidad entre los servicios sanitarios, ha salido adelante con el voto a favor de los 32 diputados presentes en la Cámara autonómica.

Durante su intervención en el pleno, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha defendido “el modelo público y universal y la cohesión del sistema nacional de salud” y ha destacado que fue el Gobierno de Castilla-La Mancha el que propuso al resto de comunidades esta iniciativa, a la que se adhirió Canarias.

Entre los beneficios que aporta ha destacado tres: tener una base de datos de historia clínica normalizada según los estándares internacionales; un sistema para la extracción de información histórica almacenada en diferentes formatos para su posterior transformación, traslado y almacenamiento en el formato estándar y un sistema de desarrollo ágil sobre estos datos normalizados que permita la construcción de una estación clínica modular.

Según Fernández Sanz, se trata de “un proyecto de futuro”, ya que nace con la intención de implementarlo en todas las comunidades, de manera que, una vez terminado su desarrollo por parte Castilla-La Mancha y Canarias, se pondrá a disposición del resto de autonomías.

En el debate parlamentario, el diputado de Ciudadanos (Cs) David Muñoz ha destacado la importancia de contar con “una historia clínica y una tarjeta sanitaria única” para todo el sistema y ha considerado que este proyecto es “una herramienta necesaria” para conseguir ese objetivo de que cualquier ciudadano pueda ser atendido en cualquier lugar, sea cual sea su procedencia.

De su lado, la parlamentaria del PP Ana Guarinos ha explicado que el presupuesto asignado a esta iniciativa es de cerca de siete millones de euros, de los que la Consejería de Sanidad de Canarias aportará tres millones entre las anualidades de 2021 a 2023, cofinanciados en un 85 % por el FEDER; y el resto el Ejecutivo de Castilla-La Mancha, cofinanciados en un 80 %, y se ha preguntado por qué esta región recibe menos fondos  y con cargo a qué partidas presupuestarias se va a financiar la propuesta.

A su vez, el diputado socialista José Antonio Contreras ha afirmado que este proyecto es “clave” para contar con una historia clínica digital “transmisible entre comunidades” y ha hecho hincapié en los beneficios que tendrá tanto para los profesionales como para los pacientes tener acceso compartido y no fragmentado a la información.

El proyecto, denominado “ISOHCE-Modelo HCE Estándar, Interoperable y Multirregional”, cofinanciado por el Programa Operativo FEDER 2014-2020, se enmarca en la segunda convocatoria del programa FID Salud de 2016, auspiciado por los ministerios de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y de Ciencia, Innovación y Universidades.

El objetivo de esta iniciativa, que deberá estar concluida el 30 de junio de 2023, fecha a partir de la cual podrán incorporarse a su uso otros servicios regionales de salud, se enmarca en la necesidad de disponer de nuevas funcionalidades de historia clínica electrónica (HCE).

Estas nuevas funcionalidades (ayuda a la decisión clínica, multilingüismo, movilidad, 'big data' o Internet de las cosas) permitirán resolver las actuales dificultades y limitaciones que supone el uso de HCE fragmentadas y con trabas para desarrollar servicios sanitarios interconectados y sistemas de información interoperables, que garanticen la continuidad asistencial y la seguridad clínica.

Los Servicios de Salud de ambas comunidades autónomas actuarán de forma colaborativa, aunque cada una coordinará funcionalidades específicas.

En primer lugar, se tratará de un modelo con capacidad propietaria, sin tener que pagar licencias por uso y pudiendo incorporar, sin limitaciones, las mejoras que vayan desarrollándose.

Respecto de los modelos actuales, se pretende conseguir que toda la información de cada paciente esté disponible para el profesional sanitario en cualquier centro y no sólo en el que se produjo la atención del episodio correspondiente.

También se intentará que los estudios clínicos localicen a todos los pacientes con los datos clave buscados accediendo -de forma anonimizada- a todos los datos analíticos y de sintomatología y no solo a los resúmenes diagnósticos.

La información deberá facilitarse con términos normalizados o estandarizados, tanto para su empleo por los profesionales, las máquinas y los pacientes a través de su carpeta personal.

Por otra parte, se desarrollarán módulos de procesamiento de datos avanzados para determinados servicios o tipos de paciente.

Concretamente, el Sescam priorizará un modelo avanzado para pacientes críticos, otro para oncohematología y uno de gestión general de pacientes, mientras que el Servicio Canario de la Salud se focalizará en un gestor documental y un sistema de gestión eficiente para un embarazo normal y salud infantil, que incluirá una pestaña para diagnóstico de violencia de género y malos tratos.

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