Sánchez rectifica tras ver a Rufián y accede a la mesa antes de las elecciones catalanas

Siete horas después de anunciar su intención de mantener la reunión de Pedro Sánchez con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, pero posponer la mesa hasta que haya un nuevo Govern, el Ejecutivo ha cambiado de posición
Sánchez mantiene la reunión con Torra, pero aplaza la mesa de diálogo a después de las elecciones
photo_camera Moncloa rectifica tras el enfado de ERC y acepta la mesa de diálogo antes de las catalanas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha rectificado su intención inicial de posponer la mesa de negociación con la Generalitat para después de los comicios catalanes, y tras reunirse con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha admitido que dicha mesa se constituya antes de la cita electoral.

Siete horas después de anunciar su intención de mantener la reunión de Pedro Sánchez con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, pero posponer la mesa hasta que haya un nuevo Govern, el Ejecutivo ha cambiado de posición.

Y lo ha hecho tras una tarde convulsa en la que, entre otras cosas, ERC advertía de que los socialistas incumplirían de forma flagrante el acuerdo entre ambos si no ponían en marcha el diálogo entre administraciones.

Pero además, Sánchez se ha visto en La Moncloa con el portavoz de Esquerra en el Congreso, Gabriel Rufián, y el encuentro ha tenido el efecto esperado para los republicanos: Habrá mesa y la habrá antes de los comicios.

Este episodio comenzaba a mediodía cuando el Gobierno anunciaba su intención de mantener la reunión entre Sánchez y Torra para el día 6 pero posponer la mesa negociadora sobre Cataluña hasta que haya un nuevo Govern.

La idea del Ejecutivo de aplazar la mesa -punto clave del acuerdo entre el PSOE y ERC que llevó a los 13 diputados republicanos a abstenerse para permitir, hace 23 días, la investidura de Sánchez- llegaba un día después de que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, diera por finiquitada la legislatura y anunciara que convocará elecciones en unos meses, tras la aprobación de los presupuestos catalanes.

En esta situación de provisionalidad política en Cataluña, con el gobierno de JxCat y ERC fracturado a raíz de la pérdida del acta de diputado de Torra, el Ejecutivo defendía esperar esperar a que se clarifique el panorama político catalán para dar luz verde a la mesa prevista en el pacto de investidura.

Las elecciones anticipadas anunciadas por Torra no tienen aún fecha, aunque la tramitación parlamentaria de los presupuestos de la Generalitat para este año obliga a esperar como mínimo hasta mayo -o muy probablemente hasta junio- para poder celebrarlas.

"Cuanto antes se celebren las elecciones y haya nuevo Govern, antes iniciaremos el diálogo", señalaba a mediodía Moncloa. 

Desde el Gobierno confirmaban no obstante que sí era posible la reunión con Torra por entender que el anuncio de elecciones no impedía "la necesaria relación entre administraciones para resolver" otros "problemas urgentes de la sociedad catalana" y poner como ejemplo "las consecuencias de la borrasca Gloria.

Y anunciaban que Sánchez prolongará su visita a Barcelona un día más para completar su agenda con reuniones con la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, y con la presidenta de la Diputación de Barcelona, Núria Marín.

La respuesta de ERC no se hizo esperar: "Aplazar la mesa de negociación entre el Gobierno español y el Govern catalán es un incumplimiento flagrante del acuerdo entre ERC y el PSOE para la investidura", denunciaron los republicanos, cuyo acuerdo con los socialistas preveía constituir esa mesa a los 15 días desde la formación del Gobierno de España.

ERC además exigía que Sánchez y Torra fijen una "fecha para que la mesa entre gobiernos se reúna de manera inminente".

Por su parte, Torra se mostraba "convencido" de que Sánchez "no excluirá ningún contenido" -como el derecho a la autodeterminación o una amnistía- en la reunión del 6 de febrero.

"Estamos convencidos de que el presidente Sánchez no cerrará ninguna puerta al diálogo en este encuentro ni excluirá ningún contenido", ha señalado en un comunicado el president.

El giro del Ejecutivo ha llegado siete horas después de su primer mensaje. En una nueva comunicación a los medios, Moncloa rectificaba y subrayaba su disposición de constituir la mesa de diálogo con la Generalitat antes de las elecciones catalanas.

El Gobierno ha lamentado en este mensaje que se haya puesto en duda su voluntad de diálogo y su compromiso de cumplir con los acuerdos pactados por lo que, "para descartar cualquier duda", anunciaba su disposición a que se celebre la mesa, a pesar de que mantiene que con el horizonte electoral "no se dan las mejores circunstancias" para que las dos administraciones hablen.

"Ha sido el convencimiento político" decía esta tarde la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, para justificar el cambio de rumbo del Ejecutivo.

Pero casi al mismo tiempo trascendía que el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha estado en La Moncloa hablando con Sánchez. Y ha sido después de esa visita cuando el Ejecutivo ha dado a conocer su rectificación.

Fuentes conocedoras de este encuentro han explicado que entre otras cuestiones, Rufián ha advertido a Sánchez de que ERC podría rechazar los presupuestos del Estado si la mesa no se constituía antes de las elecciones catalanas.

"Hemos pedido que se cumplan los acuerdos, y se hará", han subrayado fuentes de Esquerra tras conocerse la rectificación de Moncloa.

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