Sánchez e Iglesias anuncian un Gobierno de coalición basado en la "lealtad" y para cuatro años

- Sánchez, consciente de la "decepción que supuso el bloqueo entre los progresistas", hará una ronda de partidos para lograr la investidura.

- Iglesias, que será vicepresidente, se compromete a "dejar atrás cualquier reproche" y a dar lo mejor de sí mismo en el nuevo Gobierno.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tras la firma del preacuerdo para un Gobierno de coalición en una sala del Congreso de los Diputados
photo_camera Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tras la firma del preacuerdo para un Gobierno de coalición en una sala del Congreso de los Diputados

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, han anunciado hoy un acuerdo para desbloquear la formación de un Gobierno de coalición basado en la "lealtad" y para cuatro años y han pedido "generosidad" al resto de las fuerzas políticas para poder sumar los apoyos necesarios para la investidura.

Ambos han firmado en el Parlamento un documento con las bases de este acuerdo, que desarrollarán en las próximas semanas en las que también se decidirá la estructura del gobierno y su composición. Sobre esta última cuestión, Sánchez ha precisado que el Ejecutivo se conocerá tras la investidura, y que hay "voluntad de aprovechar los perfiles más idóneos para las tareas de gobierno".

El jefe del Ejecutivo en funciones ha precisado que el acuerdo nace para abrirse a otras fuerzas políticas para lograr una "mayoría viable y sostenida" y para ello abrirá una ronda de contactos con el resto de los grupos políticos.

Sánchez, en su breve declaración, ha señalado que llegan a esta firma tras dos elecciones generales, y apunta que a las formaciones políticas les correspondía ahora traducir la voluntad de los españoles "y superar la situación de bloqueo". "El acuerdo no fue posible tras las anteriores elecciones aunque estuvimos cerca de poder lograrlo", ha indicado el presidente en funciones para luego reconocer que son conscientes de la decepción que esto supuso entre los votantes progresistas.

Tras esto, ha incidido en que el proyecto político que arranca este martes es "tan ilusionante que supera cualquier tipo de desencuentro de anteriores meses" entre Podemos y PSOE, y que ahora el compromiso de los socialistas es el de lograr "un gobierno progresista sí o sí".

Incide en que no habría justificación para que se persistiera en el bloqueo y recalca que el país necesita con urgencia un Gobierno que eche a andar cuanto antes. En este punto, ha recalcado que "el nuevo gobierno será rotundamente progresista, porque estará integrado por fuerzas progresistas y porque trabajará por el progreso de España". Y advierte: "Lo que no cabrá en el espíritu del futuro Gobierno será el odio y la confrontación entre españoles".

AMPLIAR EL ACUERDO A OTRAS FUERZAS

Con este acuerdo, que pretenden ampliar a más fuerzas políticas --sin concretar a cuáles--, quieren que el nuevo Ejecutivo de coalición que salga del mismo sea para cuatro años. "Un acuerdo de Legislatura" que estará basado "en la cohesión, la lealtad, la solidaridad gubernamental y en la voluntad de aprovechar los perfiles más idóneos para las distintas responsabilidades de gobierno", ha aseverado el líder socialista.

Sánchez ha avanzado que desde este martes el PSOE abre una ronda de reuniones con el resto de grupos para propiciar y construir esa mayoría parlamentaria que genere estabilidad. En este sentido, ha apelado a la responsabilidad del resto de fuerzas políticas.

"España necesita un gobierno estable, no en funciones, sólido, no a prueba, y lo necesita ya", ha añadido Pedro Sánchez antes de volver a agradecer a Unidas Podemos y en concreto a Pablo Iglesias --al que se ha dirigido en todo momento como Pablo-- por su predisposición para el acuerdo de gobernabilidad. Sánchez, ha subrayado que el proyecto que afrontan es "ilusionante, emocionante y esperanzador para la mayoría social del país".

"DIÁLOGO PARA LA CRISIS TERRITORIAL"

Pablo Iglesias, por su parte, ha agradecido a Pedro Sánchez su generosidad y disposición para constituir un gobierno con Unidas Podemos y ha pedido "dejar atrás cualquier reproche". Ha destacado también que este gobierno será progresista y aunará "la experiencia del PSOE y la valentía de Podemos". "Es tiempo de dejar atrás cualquier reproche y trabajar codo con codo en la tarea ilusionante que tenemos por delante", ha añadido Iglesias.

En su breve intervención posterior a la firma del acuerdo, el líder morado ha señalado que este nuevo Ejecutivo debe trabajar "por el diálogo para afrontar la crisis territorial y por la justicia social como la principal vacuna frente a la extrema derecha".

"Para nosotros es un verdadero honor poder trabajar desde dentro del gobierno del país para mejorar la vida de nuestros compatriotas, pudiendo empezar así a cumplir el objetivo con el que nacimos", ha señalado Iglesias quien tanto en la campaña de abril como en la de noviembre no cejó en su empeño de exigir conformar un Gobierno de coalición.

Entonces, ha aseverado que Pedro Sánchez "sabe que podrán contar con la lealtad" de Unidas Podemos y ha prometido que dejarán lo mejor de sí mismos en el nuevo Gobierno. Adelanta también que desde hoy buscarán el apoyo de otros grupos para que se sumen al acuerdo y aseguren así una mayoría parlamentaria "necesaria para afrontar la investidura y la legislatura".

Por último, el líder morado ha señalado que ambas formaciones trabajarán en las próximas semanas en los detalles de programa y de estructura del gobierno, y ha avanzado que estos se conocerán después de la investidura.

Además, el secretario general de Podemos será vicepresidente del Gobierno de coalición que conformarán PSOE y Unidas Podemos una vez que logren los apoyos necesarios para la investidura del candidato socialista, según confirmaron a Europa Press en fuentes conocedoras del acuerdo.

LOS DETALLES DEL ACUERDO SUSCRITO

El preacuerdo alcanzado entre los líderes del PSOE y Unidas Podemos para un "Gobierno progresista de coalición" se compromete a "garantizar la convivencia en Cataluña" y la "normalización" de la vida política fomentando el diálogo "siempre dentro de la Constitución".

El documento precisa que las dos formaciones tienen abierta aún una negociación sobre la estructura y el funcionamiento del nuevo gobierno, que perseguirá situar a España como "referente de la protección de los derechos sociales en Europa, tal y como los ciudadanos han decidido en las urnas".

Las dos formaciones afirman compartir "la importancia de asumir el compromiso en defensa de la libertad, la tolerancia y el respeto a los valores democráticos como guía de la acción de gobierno" y asegura que el nuevo Ejecutivo "se regirá por los principios de cohesión, lealtad, y solidaridad gubernamental, así como por el de idoneidad en el desempeño de las funciones".

El preacuerdo incluye un decálogo con los ejes prioritarios de la actuación de ese Gobierno progresista de coalición y que, además de atender a la crisis en Cataluña, se centrará en "consolidar el crecimiento y la creación de empleo"; "combatir la precariedad del mercado laboral y garantizar trabajo digno, estable y de calidad".

Trabajará también por la regeneración y la lucha contra la corrupción. Protegerá los servicios públicos, especialmente la educación incluyendo el impulso a las escuelas públicas de 0 a 3 años, la sanidad pública y a la atención a la dependencia; revalorizará las pensiones conforme al coste de la vida; asegurará la vivienda como derecho y no como mera mercancía; apostará por la ciencia como motor de innovación tecnológica; recuperará talento emigrado y controlará la extensión de las casas de apuestas.

Otro de los ejes de actuación será la lucha contra el cambio climático, buscando que la transición ecologica se haga de manera justa, protegiendo la biodiversidad y garantizando un trato digno a los animales.

El Gobierno progresista trabajará también para fortalecer a las pequeñas y medianas empresas y a los autónomos; impulsar la reindustrialización y el sector primario, así como el impulso digital.

También se comprometen con la aprobación de nuevos derechos que profundicen el reconocimiento de la dignidad de las personas como el derecho a una muerte digna, a la eutanasia, la salvaguarda de la diversidad y el reconocimiento de España como un país de memoria y dignidad.

Otro de los ejes de actuación será asegurar la cultura como derecho y combatir la precariedad en el sector; fomentar el deporte como garantía de salud, integración y calidad de vida.

Las políticas feministas suponen otro ámbito de actuación prioritaria. El acuerdo habla de garantizar la seguridad, la independencia y la libertad de las mujeres a través de la lucha decidida contra la violencia machista, la igualdad retributiva, el establecimiento de permisos de paternidad y maternidad iguales e instranferibles, el fin de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y la elaboración de una ley de igualdad laboral.

El preacuerdo se compromete también a "revertir la despoblación" y dar un "apoyo decidido a la llamada España vaciada" y a ejercer la justicia fiscal y el equilibrio presupuestario porque "la evaluación y el control del gasto público es esencial para el sostenimiento de un Estado del bienestar sólido y duradero".

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