El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha alertado este jueves de que la recuperación económica que ya está en marcha gracias al "éxito" de la campaña de vacunación no será completa si no es "justa" y por eso ha apostado por trasladar esa recuperación a las pensiones y a los salarios.
En ese objetivo, que marcará el arranque de este próximo curso político, Sánchez ha hecho un llamamiento a los partidos de oposición para que abandonen la "crispación" y la "confrontación".
Sánchez cree que, si se abandonan las posiciones maximalistas, será posible un acuerdo global para sacar adelante "entre todos" el proyecto de ley de reforma de las pensiones, aprobado el pasado martes en el Consejo de Ministros y que llegará en breve al Congreso.
El jefe del Ejecutivo ha hecho este ofrecimiento en un acto en el Hogar de Mayores de la localidad cacereña de Navalmoral de la Mata, junto al presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara.
El presidente del Gobierno, que ha sido recibido con aplausos pero también con abucheos por parte de un grupo de personas de la plataforma No al Muro, que pide el soterramiento del AVE a su paso por la localidad, ha puesto en valor el pacto de los agentes sociales para garantizar las pensiones, que, ha recordado, ha tardado diez años en fraguarse.
Sánchez ha rubricado su "compromiso político" para mantener el poder adquisitivo de las pensiones y sus fuentes de financiación, un compromiso que, a su juicio, debe estar también garantizado por ley para evitar que futuros gobiernos puedan darle la vuelta.
"Dejemos la confrontación y la crispación y aprobemos entre todos este importante acuerdo de pensiones", ha subrayado Sánchez para asegurar "jubilaciones dignas para nuestros mayores".
Todo ello, ha añadido, en el marco de la recuperación económica, la mejora del empleo, de las afiliaciones a la Seguridad Social y el menor peso de trabajadores en ERTE, avances que, ha insistido, son posibles gracias al "éxito" de la campaña de vacunación que se acerca ya al 70 por ciento de la población con pauta completa.
"La vacunación significa recuperación económica", ha proclamado.
En ese contexto, el presidente del Gobierno ha enmarcado una subida de los salarios, en especial del salario mínimo, que ha enfrentado en los últimos tiempos al sector del PSOE y de Unidas Podemos en el Ejecutivo.
Para ello, el Ministerio de Trabajo, que dirige la diputada de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, ha convocado a los agentes sociales el próximo 1 de septiembre para hablar de esa eventual subida del salario mínimo profesional (SMI) para 2021.
Una subida que Sánchez decidió dejar en suspenso a la espera de que se consolidara la recuperación económica tras la pandemia.
La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, ya avanzó hace semanas que a la vuelta de las vacaciones de verano se hablaría con los agentes sociales del SMI para lo que resta de año. Hasta ese momento, Calviño había defendido que era necesario esperar a que los indicadores macroeconómicos mostrasen con claridad que la recuperación económica era sólida.
Posición a la que siempre ha sido contraria Yolanda Díaz, que ha defendido la necesidad de seguir actualizando las rentas más bajas, especialmente en un momento de repunte de los precios.
Esta misma semana, el portavoz adjunto de Unidas Podemos en el Congreso, Antón Gómez-Reino, también marcaba la subida de los salarios como uno de los hitos del próximo periodo de sesiones.
Para Gómez-Reino, la subida del salario mínimo y el "desmontaje" de la "perniciosa" reforma laboral del PP deben centrar la acción política del Gobierno de coalición con el PSOE y aplaudía la labor de su compañera de formación y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en favor del diálogo social entre empresarios y sindicatos.
Ha recogido el guante el presidente del PP, Pablo Casado, que ha criticado que Sánchez pretenda "engañar a la gente" cuando fue un gobierno socialista, el de José Luis Rodríguez Zapatero, el que bajó las pensiones, mientras que el PP, según sus datos, subió las prestaciones un 16 por ciento de media.
"Menos triunfalismo del Gobierno porque hay muchos españoles que siguen llegando muy mal a fin de mes", ha denunciado en una visita a la isla de El Hierro, en la que también ha alertado del éxodo de jóvenes por la falta de empleo en España.
GARANTIZAR EL PODER ADQUISITIVO
Por su parte, UGT y CCOO han rechazado una subida "estética" del salario mínimo interprofesional (SMI) para 2021 y han vuelto ha exigir un incremento que como mínimo sea igual a la inflación, para que en un contexto de "precios disparados" los trabajadores que cobran el SMI no pierdan poder adquisitivo.
Ambas centrales han reaccionado tras ser convocadas a una reunión el próximo 1 de septiembre con el Ministerio de Trabajo y las patronales CEOE y Cepyme para hablar del alza del SMI para lo que resta de 2021.
"No vamos a aceptar subidas estéticas del SMI y vamos a hacer una propuesta que contemple una subida significativa en la línea de que al final de la legislatura sea de al menos de los 1.050 euros que se recomendó en el informe de expertos, porque ahí se sitúa el 60 % de la media salarial en España", ha dicho el secretario general de CCOO, Unai Sordo, en declaraciones remitidas a los medios.
"El (alza del) SMI tenía que haber entrado en vigor el 1 de enero y esperamos que no solo podamos hablar del SMI de 2021, sino también del 2022 y 2023 para que se pueda alcanzar al final de la legislatura el 60 % del salario medio que establece la Carta Social Europeo", ha coincidido el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, en declaraciones a Radio Intereconomía.
Tanto Sordo como Álvarez han coincidido en rechazar que una subida del SMI pueda poner en riesgo la creación de empleo y han incidido en que la recuperación salarial es clave para la recuperación económica en general.
A la espera de que el encuentro de la próxima semana pueda colmar las expectativas sindicales, el líder de UGT ha vuelto a advertir al Gobierno de que los sindicatos no estarán en el resto de las negociaciones abiertas (pensiones, laboral) hasta que se aborde el SMI.
EN PRINCIPIO SOLO SE HABLARÁ DE 2021
Al respecto de la cita del próximo 1 de septiembre, fuentes gubernamentales se han limitado a decir que la reunión servirá para escuchar la opinión de la patronal y los sindicatos, y que en principio solo se hablará del año 2021.
La fijación del salario mínimo es potestad del Gobierno, pero el Estatuto de los Trabajadores establece que hay que consultarlo previamente con los agentes sociales y que se deben tener en cuenta el índice de precios de consumo (IPC), la productividad media nacional, el incremento de la participación del trabajo en la renta nacional y la coyuntura económica general.
Las dos últimas subidas se llevaron a cabo con acuerdo social, la del 22,3 % de 2019 -la mayor desde 1980- y la del 5,5 % de 2020.
Parece más difícil que pueda haber acuerdo tripartito ahora, teniendo en cuenta que la patronal se ha opuesto a una subida que cree que pone el riesgo la creación de empleo y que los sindicatos exigen como mínimo un alza que garantice el poder adquisitivo.
El informe que la comisión de expertos para el SMI presentó el pasado mes de junio recomendaba una subida de entre 12 y 19 euros en 2021, dentro de un ascenso progresivo a tres años que permitiera situarlo en el 60 % del salario medio en 2023.
El grupo de expertos planteó tres escenarios en los que la subida más alta sería del 10,4 % al cierre de la legislatura y situaría el SMI en 1.049 euros brutos al mes en 14 pagas.
En este escenario se sumarían 99 euros al SMI vigente a razón de 19 euros en 2021, 40 euros en 2022 y otros 40 euros en 2023.
Atendiendo a los expertos, el Gobierno podría optar por una subida de entre el 1,26 % (12 euros) y el 2 % (19 euros), aunque podría dejarla en el 0,9 % (8,55 euros), el mismo incremento aplicado este año al salario de los empleados públicos y a las pensiones, si bien las pensiones se revisarán con el IPC medio anual.
Para compensar el repunte de la inflación, el alza del SMI tendría que ser de alrededor del 2,9 % (IPC de julio), lo que sumaría 27,55 euros a los 950 actuales.
