El rey Felipe VI, ante la nueva legislatura: "España no puede ser de unos contra otros"

Pide a los parlamentarios que trabajen con diálogo, sobre la "base firme" de la Constitución
El rey Felipe VI tras su intervención en la sesión solemne de apertura de la XIV legislatura en el Congreso de los Diputados
photo_camera El rey Felipe VI tras su intervención en la sesión solemne de apertura de la XIV legislatura en el Congreso de los Diputados

El rey ha presidido este lunes la sesión solemne de apertura de la XIV legislatura, en la que ha instado a los parlamentarios a pactar por el interés general y les ha trasladado un mensaje en favor de la convivencia: "España no puede ser de unos contra otros. España debe ser de todos y para todos".

Acompañado por la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía, Felipe VI ha acudido al Congreso para presidir por segunda vez una sesión de este tipo y que no se pudo celebrar en otras dos legislaturas de su reinado porque resultaron fallidas.

Por primera vez el jefe del Estado ha ido a la Cámara Baja con miembros de Unidas Podemos sentados en el banco azul y que, a diferencia de cómo habían actuado cuando el monarca había asistido al Parlamento en anteriores ocasiones, esta vez le han aplaudido.

Lo han hecho Pablo Iglesias y el resto de ministros de su fuerza política, pero no así la casi totalidad de sus diputados, situación que se ha repetido tras la alocución del monarca.

En el hemiciclo no han estado presentes los representantes de ERC, JxCat, la CUP, EH Bildu y BNG, que antes del inicio de la sesión dieron lectura a un manifiesto en el que expresaron su rechazo a la monarquía por ser una "institución anacrónica heredera del franquismo" y pidieron que el rey deje de tutelar a los gobiernos y parlamentos que emanan de la voluntad popular. 

Tras ser recibido en el exterior del Congreso por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pasar revista a las tropas que rendían honores y saludar a los integrantes de las Mesas de la Cámara Baja y del Senado, el jefe del Estado ha accedido al hemiciclo junto a la reina y sus hijas, y los parlamentarios le han ovacionado durante algo más de un minuto.

A los diputados y senadores de la XIV legislatura se ha dirigido para subrayar que estas Cortes suponen de nuevo el encuentro simbólico de todos los españoles, enviarles un mensaje en favor de la convivencia y pedirles reflexión, debate y diálogo.

"España no puede ser de unos contra otros; España debe ser de todos y para todos. Así lo ha querido la sociedad española desde hace más de 40 años. Así lo sigue queriendo y, sobre todo, así lo merece", ha añadido.

Para el rey, "llega nuevamente la hora del Parlamento como corazón del sistema democrático" y, por tanto, "llega la hora de la palabra, del argumento, de la razón, desde el respeto recíproco, para el mejor servicio a los españoles".

Se ha referido al creciente número de grupos parlamentarios en las Cortes para considerar que eso requiere el pleno desenvolvimiento del régimen parlamentario y cuya esencia ha dicho que es el acuerdo y el control por parte de la oposición.

"Pactar y controlar, acordar en unos asuntos y disentir en otros, son consustanciales a nuestro régimen parlamentario en el que la diversidad de ideas y opiniones -ha subrayado- va unida al común respeto a nuestros valores constitucionales".

A la Constitución ha vuelto a apelar al considerar que es "la base más firme" con la que ha contado España y ha sido "el lugar de encuentro de todos los españoles, de diferentes modos de entender y sentir España, con una inequívoca vocación integradora e incluyente a la vez que respetuosa con nuestra pluralidad y diversidad territorial".

Para el rey, hace 40 años las palabras concordia, reconciliación, entendimiento, respeto y libertad hicieron superar divisiones, enfrentamientos e imposiciones, y esas palabras, que ha dicho que movilizaron a todo un pueblo y abrieron una nueva etapa, cree que hay que preservarlas en la actualidad en toda su plenitud.

Más de tres minutos ha durado el aplauso de los parlamentarios al monarca tras su intervención, al que se han sucedido tres "vivas" a instancias de una diputada: "viva el rey, viva España y viva la Constitución".

Antes de Felipe VI ha intervenido la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, quien ha destacado la labor de la monarquía en el impulso del consenso y ha considerado que la crítica "respetuosa" no la debilita, sino que la fortalece frente a quienes quieren apropiarse de esta institución.

Para ella, la monarquía ha sabido mantener "sin excepción" su posición institucional y ha servido para superar la "legítima dinámica de competencia entre partidos políticos" además de ser "permanente referencia de los valores constitucionales compartidos y de la vocación de diálogo y consenso".

Batet también ha hecho un llamamiento a los grupos parlamentarios para que estén "a la altura" de la misión encomendada, sepan respetar y escuchar "al otro" y sean generosos para llegar a acuerdos. 

"La democracia no es ni puede ser exclusión. En el Parlamento no existe el enemigo", ha asegurado al tiempo que ha abundado en la necesidad de entendimiento para alcanzar objetivos comunes en vez de perderse en la búsqueda de diferencias.

Además, ha defendido la validez de la Constitución aunque ha abogado por "abordar sus objetivos pendientes y enriquecerla con nuevos consensos propios de nuestro tiempo".

Al término de la sesión, los miembros de la Familia Real, el Gobierno y los parlamentarios han asistido a un desfile militar a las puertas del Palacio del Congreso.

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