Regiones españolas que crecen poco requieren reformas estructurales, según Europa

En la imagen de archivo la sede del Parlamento Europeo en Bruselas
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La Comisión Europea (CE) aseguró este martes que las regiones españolas Castilla la Mancha, Andalucía, Murcia, Melilla y Canarias, que registran niveles de "bajo crecimiento", podrían beneficiarse de una mayor capacidad institucional y de reformas estructurales para facilitar las inversiones.

Así se desprende de un informe publicado hoy por el Ejecutivo comunitario sobre regiones de la Unión Europea (UE) que van "a la zaga" en términos de crecimiento y de renta, en el que se exponen estrategias para fomentar su desarrollo a través de los fondos comunitarios.

Las llamadas "regiones de bajo crecimiento" son aquellas con un PIB per cápita de hasta el 90 % de la media de la UE pero con una persistente falta de crecimiento, mientras que las de renta baja son aquellas en las que el PIB per cápita se encuentra por debajo de la mitad de la media europea.

La CE considera regiones de bajo crecimiento a un bloque sureño en el que entran las españolas Castilla-La Mancha, Andalucía, Murcia, Melilla y Canarias, junto a otras regiones en Grecia, Italia y Portugal.

Por su parte, las regiones calificadas como "de renta baja" se concentran en varios países del este de Europa, como Bulgaria, Rumanía, Hungría y Polonia.

En total, estas regiones acogen a uno de cada seis europeos (83 millones de personas).

El informe señala una necesidad de generar un entorno favorable a la inversión para que las políticas de desarrollo y cohesión den "plenos resultados", una estrategia que debe estar acompañada de una administración "solvente" que actúe de manera "transparente, responsable y eficiente".

El informe advierte de que las regiones de bajo crecimiento, grupo en el que están las españolas, se han visto más expuestas a los efectos de la crisis económica por no haber mejorado lo suficiente su capacidad institucional.

La CE insta a estas regiones a que sus prioridades se enfoquen hacia una disminución de la burocracia que rodea a la creación de nuevas empresas, incluyendo el tiempo y costes económicos, así como a la mejora de la eficiencia y rendición de cuentas de los servicios públicos.

En este sentido, señala que las condiciones previas al desembolso de inversiones, que un informe de la propia CE avaló a finales de marzo, pueden ser "potentes incentivos" para hacer frente a estos obstáculos.

Por otro lado, las regiones con renta baja pueden beneficiarse de las llamadas estrategias de especialización inteligente, en las que se dedica una mayor cantidad de recursos a las áreas en las que cada región presenta una ventaja competitiva.

La comisaria europea de Política Regional, Corina Cretu, incidió en un comunicado en que unas estrategias de desarrollo regional "a medida", combinadas con el establecimiento de condiciones previas, "pueden hacer de estas regiones lugares atractivos para los residentes, los trabajadores y las empresas". 

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