El PP ha asegurado este miércoles que sigue siendo el partido "hegemónico" del centro derecha en España y en Castilla-La Mancha, "un partido de gobierno" que tiene el aval de estar dispuesto a cumplir todas las promesas que hace.
Así ha respondido la diputada nacional por Guadalajara y vicesecretaria de Acción Política del PP regional, Silvia Valmaña, a preguntas de los periodistas en rueda de prensa en el Parlamento regional sobre si los 'populares' temen que los votos del PP se puedan ir a Vox en las próximas elecciones del 26 de mayo.
Valmaña ha afirmado que el escenario político actual no es el de hace unos años y está "mucho más atomizado", tanto por la izquierda como por la derecha.
En cualquier caso, ha añadido que el PP siempre tiene "peor resultado" en las encuestas que en las urnas y que sigue siendo el partido "hegemónico" del centro derecha en España y en Castilla-La Mancha y el que aglutina el pensamiento de todas las personas que quieren "seguridad".
Preguntado también por el que en mayo de 2015 fue elegido alcalde del PP en Polán (Toledo) y su posterior afiliación a Vox, Alberto Virseda, la diputada 'popular' ha señalado que hay que preguntarse "por personas que siguen un proyecto vital y no por los que cambian con frecuencia".
También sobre la posibilidad de un nuevo pacto de gobierno entre el PSOE y Podemos en la región, Valmaña ha aseverado que el presidente autonómico, Emiliano García-Page, está "cómodo en una coalición con la izquierda radical", pero se ha mostrado convencida de que los castellano-manchegos no van a facilitar que se pueda reeditar ese acuerdo.
Ademas, ha pedido a García-Page que dé instrucciones a los diputados castellano-manchegos para que se opongan a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el ejercicio 2019 y ha criticado que la inversión por habitante prevista para Castilla-La Mancha no alcanza la media nacional.
Valmaña ha hecho hincapié en que con esos ingresos, que ha calificado de "ficticios", España corre el riego de que el déficit se dispare al 2,2 por ciento y ha dicho que, de esta manera, entraría en "un enorme riesgo de crisis financiera e inestabilidad" y el país se retrotraería a tiempos 2010 o 2011.
