Cs busca reinventarse como partido de minorías para intentar sobrevivir

No les ha quedado otro remedio que renunciar al proyecto faraónico de Albert Rivera que pretendía superar al PP y que les condujo finalmente a la irrelevancia, y ahora aspiran a convertirse en un partido para minorías, especializado en un determinado elector joven y de mediana edad, de clase media y urbano
Cs busca reinventarse como partido de minorías para intentar sobrevivir. En la imagen de archivo Albert Rivera e Inés Arrimadas
photo_camera Cs busca reinventarse como partido de minorías para intentar sobrevivir. En la imagen de archivo Albert Rivera e Inés Arrimadas

Después de tantos desastres electorales y políticos acumulados desde 2019, que han dejado a Cs al borde de la desaparición, los naranjas buscan cómo reinventar el espacio de centro para sobrevivir al menos como un partido minoritario pero con influencia, al estilo de los grupos nacionalistas del Congreso.

No les ha quedado otro remedio que renunciar al proyecto faraónico de Albert Rivera que pretendía superar al PP y que les condujo finalmente a la irrelevancia, y ahora aspiran a convertirse en un partido para minorías, especializado en un determinado elector joven y de mediana edad, de clase media y urbano.

Mantener el espacio, aguantar y hacer un mejor uso de los escaños, son algunas de las cosas en las que insisten los dirigentes.

Confían en dar con 'la tecla mágica' en el proceso de refundación que se ha precipitado después de ser arrasados en la andaluzas y perder el último gobierno autonómico que tenían con el PP, de los cuatro que pactaron tras las últimas autonómicas.

Aunque Cs ya trabajaba en este proceso de renovación desde hace unos meses, la debacle andaluza, que no esperaban que llegara a sacarles incluso del Parlamento, ha acelerado los tiempos para tratar de encontrar la fórmula que les permita una nueva oportunidad.

Porque lo que sí tienen claro es que no van a entrar en ninguna negociación para integrarse en el Partido Popular y sobrevivir a nivel personal, como aseguran a Efe algunos miembros de la dirección.

Ya han empezado a tomar nota de las sugerencias que se hicieron en el Consejo General de la semana pasada que se convocó tras el desastre en Andalucía, donde se hizo hincapié en la urgencia de poner el foco en el municipalismo y en las bases, algo en lo que ya están trabajando desde hace tiempo, señalan las fuentes.

En todo caso, la reconstrucción del espacio liberal la llevarán, por un lado, "un equipo técnico" de una veintena de personas y, por otro, el comité propuesto por Inés Arrimadas, bautizado entre ellos como "G-7", y cuyo portavoz es el diputado Guillermo Díaz.

Aparte, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, será la coordinadora de este equipo y "el enlace" con el grupo técnico.

Van a poner "patas arriba" todo el partido y se va a revisar desde la marca, que está "muy quemada", como reconoce la cúpula naranja, hasta el programa y las ideas clave.

La presidenta de Cs, con todo su equipo, se van a quedar hasta el final de este proceso de refundación, que durará unos seis meses y lo que es la decisión sobre el liderazgo quedará para el final, pero también se someterá al voto de la militancia como las propuestas de cambio.

Arrimadas se compromete a no marcharse hasta que concluya este proceso y luego "ya se verá qué hace", afirman desde su entorno si es que la militancia le pide que continúe y ella se encuentre con ganas para seguir dirigiendo el partido.

Según aseguran desde la dirección nadie en el comité ejecutivo ni en el Consejo General (máximo órgano político del partido entre Asambleas Generales) ha pedido su cabeza, aunque sí ha habido alguna voz muy crítica con los "errores cometidos", exigiendo la refundación, como ha sido el coordinador de Cs en Canarias, Enrique Arriaga.

A través de las redes sociales ha insistido en que es el momento de cambiar y dar poder y autonomía a los territorios, porque los partidos "duraderos" se construyen de abajo a arriba, además de escuchar a las voces discrepantes: "eso es lo que se espera de un partido que se denomina liberal".

Quien abiertamente ha pedido su dimisión ha sido el exvicepresidente de Cs de Madrid Ignacio Aguado, que está completamente alejado de la formación, y los críticos que se agruparon en torno a Renovadores, aunque la mayoría ya han abandonado Cs y han creado la plataforma Ahora Tú.

Piensan que Arrimadas no es consciente de que ella es parte del problema y no de la solución y, por eso, no ven posible que la formación naranja remonte mientras se le asocie a la líder del partido, apuntan a Efe desde esta plataforma.

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