La oposición y los socios del PSOE, dentro y fuera del Gobierno, siguen apretando desde varios frentes al jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, por el modo en que ha actuado con el Sáhara Occidental, mientras presentan sus propias iniciativas para afrontar la inflación energética a la espera de lo que logre en el Consejo Europeo.
Son dos los principales retos a los que se enfrenta Sánchez al final de esta intensa semana política, uno relativo a la crisis política abierta por su carta a Mohamed VI por el Sáhara y otro derivado de la subida desbocada de los precios de la energía, que intenta contener con medidas pactadas en Bruselas y que tiene su mayor expresión en el paro masivo de los transportistas.
La resaca de la comparecencia parlamentaria del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien este miércoles negó que se hubiera producido ese giro en la posición española respecto al Sáhara, se ha traducido este jueves en el Congreso con la presentación de una iniciativa conjunta de ERC y Bildu, los dos principales socios externos del Gobierno de coalición.
Tras haber constatado este miércoles que el Ejecutivo se quedaba solo en la defensa del papel desempeñado por Sánchez con Marruecos, ambos partidos han optado por forzar al PSOE a "retratarse" en la votación de una proposición no de ley que apuesta por un referéndum en el Sáhara, la opción que niega Marruecos, partidario de la autonomía.
"Solo el diálogo, la negociación y el acuerdo llevado a cabo de buena fe y de manera constructiva, conforme al derecho internacional, ayudarán a alcanzar una solución política justa, realista, viable, duradera y mutuamente aceptable al conflicto político en el Sáhara Occidental", exponen.
Los independentistas catalanes y vascos se adelantan así a la iniciativa que está preparando, también sobre el Sáhara, el grupo de Unidas Podemos, el socio del PSOE en el Ejecutivo, y cuya secretaria general y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha insistido, en contra de lo afirmado ayer por Albares, que Sánchez sí ha cambiado su posición.
"Es evidente que sí se ha producido un giro que muy poca gente entiende", ha manifestado desde Oviedo, donde ha argumentado que si España no hubiera cambiado Marruecos tampoco lo habría hecho; ha ratificado que Podemos respalda el "derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui".
También desde dentro del Gabinete, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha aseverado que las diferencias sobre esta cuestión son "de fondo" y eso es algo que "no se muda porque alguien comparezca"; se ha desmarcado de esa "decisión de fondo que unilateralmente ha tomado una parte del Gobierno", ha dicho.
En nombre del PP, su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, ha pedido a Sánchez que rectifique y "pida disculpas" por ese cambio que también ve "unilateral" y "temerario", y ha vuelto a recalcar que la política exterior debe consensuarse con las fuerzas políticas.
Es más, ha hecho hincapié en que sigue sin conocerse el verdadero "alcance" de lo negociado con Marruecos y ha puesto de manifiesto que cualquier solución al conflicto debe basarse en una "decisión acordada" por las partes, dentro del marco de la ONU.
También ha advertido Gamarra de que "no se puede romper relaciones con Argelia y generar un conflicto donde no lo teníamos".
Más allá del Congreso, el Parlamento Vasco aprobará una proposición de PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU, en la que se rechaza la postura del Gobierno con respecto al Sáhara y se le insta a reconocer a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
Y todo esto mientras Sánchez participa en Bruselas la cumbre de la OTAN que aborda la guerra de Ucrania con asistencia del presidente de los EEUU, Joe Biden, previa a la reunión del Consejo Europeo, donde los Veintisiete abordarán medidas para frenar el precio de la energía.
A este respecto, la vicepresidenta Yolanda Díaz ha mostrado todo su apoyo a Sánchez para que España logre un buen acuerdo en Bruselas: "Hoy todo el mundo tiene que estar con el Gobierno porque el presidente hoy representa a nuestro país".
De igual modo, el portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, ha confiado en ese acuerdo porque para el control de precios de los carburantes "lo ideal es ir de la mano de los países de la UE"; en caso contrario, ha dicho que España "requiere de medidas excepcionales y dará respuesta".
Y si ante el episodio del Sáhara los grupos de izquierda están dando sus propios pasos en el Parlamento, también lo siguen haciendo ante la crisis derivada de la guerra de Ucrania y el alza de precios.
Este mismo jueves ERC y Bildu han dado a conocer un "plan de choque para la protección de la ciudadanía" en el cual proponen revalorizar las pensiones y los salarios de acuerdo al Índice de Precios al Consumo (IPC), lo que choca con el plan de rentas impulsado por el Gobierno.
