Génova espera que la convención del PP acalle el ruido interno provocado en Madrid

Ayuso y Almeida descartan "un duelo" entre ellos y reiteran su apoyo a Casado
Génova espera que la convención del PP acalle el ruido interno provocado en Madrid. En la imagen de archivo Teodoro García Egea, José Manuel Almeida, Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado en la noche del 4M
photo_camera Génova espera que la convención del PP acalle el ruido interno provocado en Madrid. En la imagen de archivo Teodoro García Egea, José Manuel Almeida, Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado en la noche del 4M

La dirección nacional del PP espera que la demostración de fuerza de su convención nacional acalle el ruido provocado por la batalla del poder en Madrid, donde Isabel Díaz Ayuso no da pasos atrás, pero, con su asistencia al cónclave, evita la instantánea del desencuentro.

La presidenta madrileña estará de viaje en Estados Unidos mientras la convención -siete días y seis ubicaciones- gira por España, pero acortará su visita y no acudirá a Los Ángeles para poder participar, junto con el resto de barones, en el cierre del encuentro en Valencia.

Atraerá todas las miradas. Su participación en la mesa de presidentes autonómicos, el sábado 2 de octubre, es una suerte de bandera blanca. De alto al fuego, que no de rendición, porque la madrileña mantiene que su intención es presidir el PP de Madrid y hacerlo cuanto antes.

Sus aspiraciones, legítimas a juicio de su equipo y de popes en el PP como Alberto Núñez Feijóo, han sacudido al Partido Popular y a su líder, Pablo Casado, que no ha evitado la batalla con quien fue su principal apuesta.

La falta de respaldo de Génova a que Ayuso presida el PP madrileño y los movimientos para introducir en la terna al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y apostar públicamente por una tercera vía -que ni alcalde ni presidenta lideren el partido- han provocado reproches cruzados durante varias semanas.

Semanas en las que el PP quería seguir hablando de su buena posición en los sondeos y de su convención nacional, que ha quedado opacada por el ruido interno, con expresiones que quedarán en la memoria, como los "chiquilicuatres y niñatos" que según la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre habitan en Génova y en el entorno del regidor.

"Entiendo que el debate de mi partido es curioso. Ustedes se matan entre los mismos para elegir una persona que gana elecciones y nosotros cuando la tenemos es verdad que nos va la marcha, pero qué quiere que le diga, nosotros no somos como ustedes: no pasamos a guillotina a nadie". Es el resumen que de la situación hizo Ayuso a la portavoz regional de Más Madrid, Mónica García.

Y en eso, en que la sangre no llegue al río, se han afanado desde Génova y desde Sol en los últimos días.

El alcalde de Madrid y portavoz nacional dijo estar harto de la discusión sobre el congreso y, recientemente, en una entrevista con La Razón, ha insistido en que "el tándem Ayuso-Almeida es un tándem que funciona en plena sintonía".

El número dos del PP, Teodoro García Egea, mantiene una estrategia en la que no nombra a la presidenta y la iguala con el resto de militantes y dirigentes del partido. Prefiere hablar del "gran paso" que supone para Casado la convención nacional.

En Génova esperan que el plantel de nombres internacionales y nacionales que acompañarán a Casado -con dirigentes europeos como el canciller Sebastian Kurz o los expresidentes de Francia y México, Nicolás Sarkozy y Felipe Calderón- centren el debate.

En los últimos días también han cesado en público las alusiones a la tercera vía ante un congreso que, mantienen en Génova, no se convocará hasta el primer semestre de 2022.

Ayuso también ha matizado que no quiere presionar "ni poner fechas" aunque insiste en que lo mejor es que el liderazgo del PP se renueve cuanto antes, para avanzar en el siguiente hito: elegir a los aspirantes a las alcaldías madrileñas.

En el seno del partido se vive con desconcierto una batalla que nadie entiende. Ayuso cuenta con el aval de su éxito electoral para reclamar la presidencia del PP madrileño y el choque con Casado no tiene sentido. Tampoco poner al alcalde en una posición de fuego cruzado.

No encuentran tampoco lógica algunos dirigentes a mostrar un choque entre liderazgos como el que ya vivieron Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón, la expresidenta madrileña con Mariano Rajoy y éste con su sucesora, Cristina Cifuentes.

Una vieja historia que se repite pero que ahora tiene como protagonistas a personas que comparten trayectoria y amistad. Una confianza mutua que, esperan algunas voces en el PP, puede servir para reconducir la situación.

Entre tanto, Casado se rodeará esta semana de líderes en España y Ayuso promocionará Madrid en Nueva York y Washington.

El expresidente José María Aznar avisó hace meses de que la presidenta madrileña levanta pasiones en América y ésta ha potenciado en los últimos meses su perfil internacional como abanderada de la libertad en un mundo en pandemia.

AYUSO Y ALMEIDA DESCARTAN UN DUELO

Precisamente este domingo, la presidenta de la Comunidad de Madrid y el alcalde de la capital aseguran en una entrevista conjunta que "no hay un duelo" entre ellos sino "complicidad" y que nada les gustaría más que "celebrar la llegada de Pablo Casado a la Moncloa".

Así lo manifiestan Ayuso y Almeida en una entrevista en el diario El Mundo con la que buscan apaciguar las tensiones internas en el Partido Popular, después de que Ayuso expresara su voluntad de dirigir el PP de Madrid y pidiera que el congreso regional se convoque cuanto antes, a lo que Almeida, portavoz nacional del PP, contestó a comienzos de septiembre que "no tocaba" hablar todavía de ello.

En la entrevista, con la que El Mundo inaugura su nuevo suplemento diario de información local, la presidenta regional asegura que Madrid vuelve a estar de moda "más que nunca" y augura una "auténtica revolución social, cultural y económica", al tiempo que el alcalde considera que "la imagen internacional de Madrid se ha visto reforzada" tras la pandemia.

Respecto al enfrentamiento que ha marcado las relaciones entre el Ejecutivo regional y el Gobierno de Pedro Sánchez, Almeida ha considerado que desde el Gobierno central "piensan que van a ganar España contra Madrid, y no son conscientes de que no se puede entender España sin Madrid, y es donde se equivocan gravemente".

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