Sánchez anuncia más medidas de control del CNI pero no logra convencer a ERC

El presidente del Gobierno asegura que desconocía el espionaje a los independentistas, pero lo justifica
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención en el Pleno del Congreso de los Diputados
photo_camera El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención en el Pleno del Congreso de los Diputados

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este jueves más medidas de control del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para intentar cerrar la crisis abierta por el espionaje político con el sistema Pegasus, pero ni esas iniciativas ni sus explicaciones han convencido al Ejecutivo catalán ni a ERC.

Sánchez ha comparecido ante el pleno del Congreso para aclarar ese espionaje a dirigentes independentistas, del que se ha desvinculado repetidamente, ya que ha afirmado en todo momento que fue el CNI el que decidió el seguimiento previa autorización judicial. Ese aval judicial le ha llevado a afirmar que los servicios de Inteligencia han actuado siempre dentro de la ley, pero lo ocurrido ha permitido una reflexión para concluir que se pueden reforzar aún más las garantías con el máximo respeto a los derechos individuales de los ciudadanos.

A ese objetivo van dirigidos los dos anuncios hechos por el jefe del Ejecutivo: la aprobación de una nueva ley de secretos oficiales (la actual data de 1968) y la reforma de la ley orgánica del control judicial del CNI.

Fuentes del Gobierno apuntan que la primera de esas iniciativas podría iniciar su tramitación antes del verano, pero la segunda se prevé que sea posterior al ser ley orgánica. "Vamos a continuar trabajando para redoblar la seguridad y blindarla lo máximo posible en el futuro", ha recalcado Sánchez tras anunciar que la máxima responsable del CNI acudirá a dar cuentas anualmente al Congreso. Este, que ha repetido en numerosas ocasiones durante su comparecencia la transparencia que demuestra en todo momento el Gobierno, ha defendido la actuación del CNI ante la situación que vivía Cataluña.

En ese contexto, ha reconocido que la declaración de independencia y los sabotajes en Cataluña fueron una enorme fuente de preocupación para la seguridad nacional, y de ahí que se solicitara autorización para actuar y el juez acordara las medidas oportunas. Pero ha afirmado que las actuaciones de los servicios de inteligencia no están sometidos a una decisión discrecional del Gobierno en general ni de él en concreto, algo que ha asegurado que nunca pasará con él como presidente.

Sí ha reiterado su disposición a desclasificar "con la mayor celeridad" toda la información sobre el espionaje si lo solicita un juez. Sánchez ha lamentado que este asunto haya afectado a la confianza con el 'Govern' y con Esquerra, pero está dispuesto a volcarse para reconstruirla. Para ello está pendiente de fijarse la fecha de una reunión con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y un nuevo encuentro de la mesa de dialogo entre ambos administraciones que ha ofrecido que sea "cuanto antes".

Pero sus anuncios y ofrecimientos no han convencido a Aragonés, quien ha advertido de que "las preguntas esenciales continúan sin respuesta" y, por ello, ha pedido "explicaciones claras y responsabilidades". En esa línea, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha exigido a Sánchez que explique qué delito cometió Aragonès para ser espiado, y le ha reprochado que argumente un espionaje ilegal y abra puertas "peligrosas" contra la democracia. "En un país donde la principal ley es la ley del silencio, no es un país, es una mafia (...) España huele a cerrado y es de un patriotismo tóxico que asusta", ha añadido, además de instar al Gobierno a dejar de "chantajear" a sus socios parlamentarios con leyes sociales.

También los portavoces de JxCat, PDeCat y la CUP han calificado de insuficientes las explicaciones de Sánchez y le han reprochado no asumir su responsabilidad por lo ocurrido, y apoyos del Gobierno como EH Bildu y Más País han cargado contra el Ejecutivo por espiar a sus propios socios.

El presidente de Unidas Podemos, Jaume Asens, ha valorado los anuncios de Sánchez relativos al CNI pero le ha pedido más valentía en la agenda social y territorial y se comprometa de verdad con el diálogo en Cataluña, y el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha dado la bienvenida a las medidas anunciadas aunque ha pedido aún más y no cerrar en falso el caso del espionaje.

El cara a cara entre Sánchez y la portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha tenido un apartado especial después de que el presidente del Gobierno haya aprovechado su comparecencia para cargar contra la corrupción del principal partido de la oposición. Su "gula para apropiarse de dinero público" y la creación de "policías paralelas" cree que alimentan la "corrupción financiera y democrática" del PP, a quien ha reprochado desalojar a dirigentes (en alusión a Pablo Casado) que denuncian esos comportamientos.

Fuentes del Gobierno han reprochado a Alberto Núñez Feijóo que no haya estado presente en un debate tan importante como el de este jueves, y el líder del PP, en un acto en Villarrobledo (Albacete), ha acusado a Sánchez de haber pedido en su comparecencia "disculpas a los independentistas" y ha alejado por ello la posibilidad de llegar a pactos con él.

Frente a las críticas del PP, de Vox (Santiago Abascal ha tendido la mano al PP para no dar ningún "balón de oxígeno" a Sánchez) y de Ciudadanos, el presidente del Gobierno ha asegurado que seguirá impulsando medidas sociales hasta agotar su mandato. 

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