'El Pocero' declara que 'Bono me dio su apoyo para crear riqueza y empleo en Seseña'

Por su parte, el exconsejero de Obras Públicas Alejandro Gil, que también ha prestado declaración como testigo, ha reconocido que el Plan de Actuación Urbanística (PAU) de El Quiñón, en Seseña, "en su conjunto no estaba en condiciones de ser aprobado"

El constructor Francisco Hernando "El Pocero" ha declarado este miércoles que cuando se planteó la posibilidad de "construir una ciudad en Seseña" (Toledo) hace 15 años se reunió con el entonces presidente José Bono, quien le dijo: "usted viene aquí a crear riqueza y puestos de trabajo y si cumple lo que dice la normativa, no voy a poner ningún impedimento".

Así lo ha afirmado Hernando durante su declaración como testigo en la tercera sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Toledo contra el exalcalde socialista de Seseña, José Luis Martín, tres de sus hijos y dos promotores, a quienes se les imputa un presunto delito de blanqueo de capitales.

Hernando ha recordado que llegó a Seseña hace 15 años, cuando esta localidad contaba con tan sólo 1.800 habitantes, y que cuando se planteó construir allí "una ciudad" a través del macroproyecto de "El Quiñón", que contemplaba la construcción de más de 13.500 viviendas, mantuvo numerosas reuniones, entre otros con el entonces presidente regional socialista José Bono.

"Fui acompañado de mi hijo, nos recibió y me dijo: usted viene aquí a trabajar, no como 'los Albertos', viene a crear riqueza y puestos de trabajo y si cumple lo que dice la normativa, no voy a poner ningún impedimento", ha recordado el constructor a preguntas de la acusación particular, ejercida por IU.

Como ejemplo de la reactivación económica que el PAU de El Quiñón supuso para Seseña y Toledo, ha indicado que dio trabajo a 18.000 personas y que "el 30 por ciento de la fabricación que había en Toledo era para Seseña".

Asimismo ha significado que "hay tres sentencias que avalan su obra" y que "hoy todo el mundo está encantado, con más de 33.000 personas viviendo en "su casas".

Además, en alusión al excalde Manuel Fuentes, de IU, sucesor de Martín y quien llevó a la Fiscalía Anticorrupción el caso de El Quiñón, ha repetido, en al menos dos ocasiones, que "el señor Fuentes" aprobaba las licencias que le solicitaba "a golpe de decreto y en sólo tres días".

Preguntado si en la reunión que mantuvo con el entonces consejero de Obras Públicas, Alejandro Gil, la misma mañana del 8 de mayo de 2003, día en que se aprobó por el pleno municipal el PAU de El Quiñón, ha señalado que nadie le dijo que no contase con los informes favorables de la Comisión Provincial de Urbanismo ni de medio ambiente.

Esta declaración contrasta con la del exconsejero de Obras Públicas, que en su declaración hoy en este juicio, también en calidad de testigo, ha asegurado que el PAU de El Quiñón, "en su conjunto no estaba en condiciones de ser aprobado" por el Ayuntamiento, por las deficiencias existentes tanto en el PAU como en el Plan Especial de Infraestructuras (PEI) y que en esa reunión se habló de dichos "reparos".

En su declaración, "El Pocero" ha reconocido que conocía al alcalde de Seseña desde antes de iniciar el proyecto de El Quiñón, porque le vendió un chalé y otro a su hijo, pero como conocía a otras muchas personas teniendo en cuenta que tenía promociones allí y sin que le vinculase ninguna relación de amistad con él.

También ha declarado en la sesión de hoy el hijo de "El Pocero", de mismo nombre y vicepresidente de ONDE (la sociedad inmobiliaria que desarrolló El Quiñón), quien ha reconocido que existía otra propuesta que aspiraba a hacerse con la adjudicación de la promoción de viviendas en Seseña pero que no prosperó "porque no tenía empleados, no estaba calificada para el movimiento de suelo y además estaba en concurso de acreedores".

En la tercera sesión del juicio contra José Luis Martín, para quien la fiscalía pide 4 años de prisión, ha testificado también por videoconferencia el promotor Giovanni Mauro Montaldo, quien ha dicho que, aunque no conocía personalmente al ex regidor de Seseña, reconocía haber firmado pagarés a su nombre en concepto de comisión por la intermediación de una sociedad suya (Servicios Culturales y Desarrollos del Norte) en la compraventa de unas parcelas en Marbella (Málaga).

"EL PAU NO ESTABA EN CONDICIONES DE APROBARSE"

Por su parte, el exconsejero de Obras Públicas Alejandro Gil, que también ha prestado declaración como testigo este jueves, ha reconocido que el Plan de Actuación Urbanística (PAU) de El Quiñón, en Seseña, "en su conjunto no estaba en condiciones de ser aprobado" por el Ayuntamiento, por los reparos existentes tanto en el PAU como en el Plan Especial de Infraestructuras (PEI).

El que fuera consejero de Obras Públicas en 2003, cuando se aprobó el PAU de El Quiñón, ha reconocido durante el juicio que él tuvo conocimiento del PAU de El Quiñón a mediados de 2002, cuando el propio promotor, Francisco Hernando también conocido como "El Pocero", fue a presentarle el proyecto a la Consejería.

Sin embargo, ha dicho que ya no tuvo más conocimiento de este proyecto hasta noviembre de ese mismo año, cuando se supo que el Ayuntamiento de Seseña iniciaba la tramitación del desarrollo urbanístico.

Así, y preguntado por si era frecuente que los promotores acudiesen a la Consejería a presentar sus proyectos, Gil ha afirmado que en un periodo de expansión económica como el que se vivía en aquella época, "era frecuente que muchos promotores intentaran exponer sus proyectos ante la Junta de Comunidades", como lo hicieron otras empresas de envergadura, como Airbus y Eurocopter.

Sobre el contenido de la reunión, Gil ha explicado que el constructor le expuso los planos de El Quiñón, con el argumento de que era una solución para el elevado precio de la vivienda que existía en esos momentos.

Gil ha dicho que, en el encuentro, se limitó a decirle a Hernando que el proyecto tenía que tramitarlo a través del Ayuntamiento y que el "único papel" de la Consejería era comprobar la legalidad de lo realizado.

También ha reconocido que este asunto pasó por la Comisión Provincial de Urbanismo varias veces, puesto que había varios problemas que aconsejaban la no tramitación del PAU, porque había reparos en cuanto al PAU y al PEI, y aunque ha afirmado que a lo largo de la tramitación se subsanaron algunas deficiencias, ha dicho que no se corrigieron todas.

En su declaración, Gil también ha indicado que el 7 de mayo de 2003, un día antes de que el Ayuntamiento de Seseña aprobara el PAU de El Quiñón, le llamó el exalcalde para que le aclarara algunas dudas y le pidió que le anticipara por fax un informe de la Comisión Provincial de Urbanismo, un trámite que, según ha dicho, era habitual.

También ha reconocido que el 6 de mayo se celebró una reunión en la Consejería de Obras Públicas, a la que asistió el entonces alcalde de Seseña, un asesor, Hernando y su hijo y el que fuera delegado provincial de Urbanismo, Santiago García Aranda, para abordar los pormenores del informe de la Comisión de Urbanismo.

En dicho encuentro, según Gil, se habló de los pormenores de los reparos de la Comisión de Urbanismo al proyecto, en cuyo informe decía que el PAU no debía ser aprobado porque no estaban subsanadas todas las deficiencias y porque no estaba aprobado el PEI.

Finalmente, ha dicho, el PAU se aprobó en 2003 y registrado en julio en 2004, si bien también ha desvelado que el sucesor de Marín en la Alcaldía de Seseña, Manuel Fuentes, de IU, le pidió, a través de varias carta personales, que levantara la suspensión del PEI.

Por su parte, la que era jefa de servicio de Urbanismo de la Delegación de Obras Públicas en 2003, Virginia Cavea, ha afirmado que era frecuente que los ayuntamientos aprobaran diversos proyectos urbanísticos condicionados a que se subsanasen deficiencias en los mismos.

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