Los partidos políticos abren el debate para buscar fórmulas que eviten el bloqueo institucional

Tan solo tres comunidades autónomas tienen regulada la investidura para que no haya bloqueo institucional, entre ellas Castilla-La Mancha

El primer debate electoral entre los cuatro candidatos acentúa los bloques a izquierda y derecha. En la imagen Pablo Casado, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias
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La amenaza de una repetición electoral por la falta de acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez ha puesto sobre la mesa el debate sobre la necesidad de una reforma de la Constitución y de la Ley Electoral que evite el bloqueo institucional y permita la formación de gobiernos estables.

Varias fórmulas están siendo barajadas por los partidos, en su mayoría sobre los mecanismos que existen ya en algunas comunidades autónomas, para desencallar una situación de bloqueo e impedir que se repitan los comicios en el futuro, como ocurrió en 2016 por la imposibilidad de Mariano Rajoy para formar gobierno.

No todos los modelos de los que se está hablando, todavía ninguno muy concreto, requieren de una reforma de la Constitución y este sería el caso, según asegura el PP, de su propuesta para primar a la fuerza más votada con un determinado número de diputados.

Sí sería necesario reformarla si se opta porque sea la lista más votada la que gobierne si no hay un acuerdo, igual que ocurre en los ayuntamientos o en Castilla-La Mancha.

En todo caso es un procedimiento complicado porque una reforma constitucional de este calado requiere del apoyo de tres quintos de las dos Cámaras y, de todos modos, no evitaría que se repitieran las elecciones el 10 de noviembre si Pedro Sánchez no logra sacar adelante un pacto de gobierno.

La Constitución, en su artículo 99, únicamente señala que si en el plazo de dos meses el candidato propuesto por el rey a la investidura no logra la confianza del Congreso a partir de la primera votación efectuada, el monarca disolverá las cámaras y convocará elecciones, pero no fija ningún plazo para esa primera votación, que es la que pone el contador en marcha.

Por eso, y ante la preocupación que suscita que los ciudadanos tengan que acudir a las urnas cada vez que no haya un acuerdo para sacar adelante la investidura, algunas formaciones, como el PSOE, ven apropiado el modelo del País Vasco y Asturias donde puede presentarse más de un candidato y es elegido el más votado.

Sánchez ha entrado este jueves en el debate planteando la necesidad de garantizar la gobernabilidad como ocurre en los ayuntamientos, donde a falta de acuerdo es alcalde el candidato más votado, aunque ha dejado claro que es un ejemplo y no una propuesta firme.

Desde el PP, Pablo Casado ha propuesto la prima al partido más votado con un número concreto de escaños, como ocurre en Grecia, algo que, en su opinión, no requiere de una reforma de la Constitución porque ésta ya contempla una horquilla de diputados del Congreso entre 350 y 400, pero sí se requiere de una modificación de la Ley Electoral.

Ciudadanos también es partidario de resolver esta laguna del sistema, pero se inclina más por el modelo de la Comunidad de Madrid, donde la legislación autonómica fija ya un plazo para el primer pleno de investidura, incluso aunque no haya candidato, para que el reloj se ponga en funcionamiento.

No les gusta, en principio, la medida de otorgar un plus de diputados a la formación ganadora porque piensan que rompe la proporcionalidad y tampoco abogan por ir a una segunda vuelta al señalar que no es adecuado para un sistema parlamentario como el español, sino que es más propio de un modelo presidencialista como el francés.

Lo que ven más lógico es que los partidos se pongan de acuerdo "sí o sí" para gobernar, como ocurre en otros países europeos, y que haya una limitación temporal para esas negociaciones.

De forma parecida opina Podemos y así lo ha manifestado su secretario general, Pablo Iglesias, que no ve bien cambiar las reglas del juego solo porque los partidos no son capaces de pactar la investidura.

Se muestra contrario a beneficiar a la fuerza más votada con un suplemento de escaños e insiste en que es mucho mejor repartir el poder "escuchar y colaborar", refiriéndose a la situación actual de Podemos, que pelea por entrar en el Gobierno de Sánchez a cambio de su apoyo. 

TRES COMUNIDADES TIENEN REGULADA LA INVESTIDURA

La mayoría de las comunidades adoptan para la investidura de sus presidentes autonómicos el mismo procedimiento que se usa para elegir al jefe del Gobierno central pero tres regiones, Asturias, País Vasco y Castilla-La Mancha, lo tienen ya regulado para impedir el bloqueo y la repetición electoral.

En el País Vasco y Asturias, el reglamento de sus parlamentos impide que se produzca un bloqueo ya que los representantes autonómicos tienen sólo dos opciones: respaldar a quien se postula o abstenerse, no recogen la posibilidad de votar en contra.

De forma que si se presentan más candidatos sale elegido el de la lista más votada.

Castilla-La Mancha es la única comunidad cuya ley electoral contempla la investidura automática. Si ningún partido logra la mayoría absoluta tras las elecciones o no se alcanza un pacto de gobierno o de investidura entre varias formaciones, se produce una investidura automática de la lista más votada, igual que ocurre en los ayuntamientos.

No obstante, a diferencia de los ayuntamientos, en Castilla-La Mancha hay una pequeña salvedad ya que se abre un plazo de dos meses desde la primera votación de investidura hasta la proclamación automática.

En Asturias, mañana se celebra la primera votación para investir al único candidato, el socialista Adrián Barbón. Si como es previsible no sale elegido por mayoría absoluta, se votará el próximo lunes, día 15, en una votación en la que sólo se precisa mayoría simple, con lo que tiene garantizada la elección.

En el País Vasco, el reglamento tampoco contempla la posibilidad de votar en contra, lo que permite que un candidato que no sale elegido por mayoría absoluta en la primera votación, pueda ser investido por mayoría simple en la segunda.

Incluso en el supuesto de que haya más de un candidato y las votaciones den como resultado un empate, el reglamento apura las posibilidades y otorga a los órganos de gobierno de la Cámara la potestad de establecer un calendario para "sucesivas votaciones", sin límite temporal.

En definitiva, se trata de que la suma de noes heterogéneos impidan una investidura y permitir, en cambio, que se convierta en presidente el candidato de la formación que ha obtenido más escaños.

En Navarra, la ley de amejoramiento del fuero original recogía la posibilidad de que gobernara la lista más votada y, de hecho se aplicó una vez para la presidencia del socialista Gabriel Urralburu, de 1984 a 1991.

Sin embargo, en reformas posteriores esto se cambió y actualmente si transcurridos tres meses no se presenta ningún candidato o ninguno es elegido, el Parlamento es disuelto y se convocan elecciones.

En la Comunidad de Madrid, la reforma del reglamento de este año contempla la modalidad de "pleno sin candidato" lo que permite activar el plazo de dos meses.

Si en ese tiempo no se presenta candidato o ninguno consigue el aval de la Cámara se convocan elecciones. Antes de la reforma, el plazo de dos meses comenzaba a contar cuando fracasaba la investidura.

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