Las Cortes de Castilla-La Mancha han rechazado este lunes, con el voto a favor de PP y Cs y el voto en contra del PSOE, una Proposición No de Ley impulsada por la formación naranja que solicitaba la redacción de un nuevo plan de salud mental, al considerar que el actual -y con vigencia desde 2018 hasta 2025- ha quedado desfasado debido a la pandemia.
En la PNL, Cs ha planteado que el nuevo plan de salud mental que a su entender debe redactarse, debería contemplar la ampliación del número de plazas disponibles en las unidades de atención a la población infanto-juvenil que presente trastornos de conducta alimenticia o trastornos de personalidad y un aumento de plazas de psicólogos clínicos en los servicios públicos de atención especializada a fin de que contribuyan a hacer frente a la demanda de atención psicológica especializada por parte de la población.
También, según Cs, se debería potenciar la atención primaria para facilitar el acceso a la salud mental, dotando a los centros de atención primaria de psicólogos dentro de los equipos de atención multidisciplinar a fin de que entre otras tareas puedan realizar programas específicos de prevención en salud mental a la población especialmente afectada por la actual crisis sanitaria, social y económica provocada por la covid-19.
La PNL ha planteado, asimismo, garantizar la presencia de profesionales de la psicología en los centros residenciales para personas mayores para prevenir y paliar las posibles secuelas psicológicas provocadas tanto por el coronavirus como por el confinamiento que se han visto obligados a realizar y reforzar los equipos de orientación de los centros educativos con la figura de profesionales en psicología.
Además, ha propuesto establecer programas preventivos específicos de atención a la salud mental a los profesionales sanitarios, con especial énfasis sobre los que están o han estado en la primera línea de atención a pacientes covid.
La encargada de defender la PNL ha sido la portavoz de Cs en las Cortes, Carmen Picazo, que ha alertado de que los problemas de salud mental son "una pandemia paralela" a la de la covid-19, ya que las repercusiones en la ciudadanía son múltiples, desde ansiedad por el miedo a contagiarse o contagiar a un familiar, por haber perdido a un familiar por coronavirus sin haber podido despedirlo hasta las secuelas que presentan los profesionales sanitarios que llevan un año en primera línea contra la pandemia.
Por ello, ha pedido que se elabore un nuevo plan de salud mental y más medios tanto materiales como humanos, pues ha lamentado que en España solo hay seis psicólogos por cada 100.000 habitantes, mientras que en Europa, la media es de 18.
"Hay que actuar, hacerlo de manera rápida y adecuada, sin medias tintas, diciendo que hay un plan que es insuficiente", ha subrayado Picazo.
Por su parte, el diputado del PP en las Cortes Juan Antonio Moreno Moya ha apoyado los argumentos y la PNL de Cs y ha coincidido en que el plan actual está obsoleto, toda vez que los impactos de la pandemia "son preocupantes", también en aquellos que sufren problemas derivados de los confinamientos y quienes se han quedado en paro por la pandemia.
"Es necesario atender los problemas secundarios", ha advertido Moreno Moya, que se ha preguntado por qué han dejado de funcionar los teléfonos que había para atención psicológica para profesionales sanitarios, y ha propuesto que, con el objetivo de redactar un nuevo plan de salud mental, se cree una mesa de trabajo en la que estén representados el Gobierno regional, los grupos parlamentarios y los colegios profesionales relacionados con la salud mental, para escuchar de primera mano sus propuestas.
Sin embargo, el diputado del PSOE en las Cortes José Antonio Contreras ha descartado la necesidad de redactar un nuevo plan de salud mental, pues ha incidido en que el actual, a través de los planes anuales operativos, se puede actualizar y revisar, de acuerdo con la realidad derivada de la pandemia de covid-19.
Ha apuntado que el plan de salud mental en vigor se basa en "cuatro pilares básicos, la sostenibilidad del sistema, el apoyo a los profesionales que trabajan desde los dispositivos y recursos, la atención centrada en la persona y una apuesta por el cambio de modelo".
También ha reivindicado que Castilla-La Mancha ha sido la primera comunidad autónoma en incorporar atención psicológica en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), lo que ha sido reconocido por el Colegio regional de Psicólogos y ha confiado en que, dentro de las comisiones de Sanidad, "se pueda enriquecer realmente el funcionamiento de los planes anuales y que esta nueva realidad se tenga en cuenta".
