Corinna planeó entregar parte de su fortuna offshore al rey en el caso de que ella muriese

La aristócrata gestionó en 2007 con sus fideicomisos que, de sobrevivirla el rey Juan Carlos I, debían entregarle el 30% de los ingresos obtenidos del Fondo de Infraestructura Hispano Saudí
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La examiga de Juan Carlos I, Corinna Larsen, planeó en el año 2007 que los gestores de un fideicomiso denominado Peregrine, desde Nueva Zelanda, entregaran al rey emérito el 30 por ciento de los ingresos provenientes de un fondo Hispano-Saudí en el caso de que ella muriera, según consta en los 'Pandora Papers' y han anunciado La Sexta y El País.

Según señala la misiva, que está sin firmar, la consultora alemana expresó su deseo de que tras su muerte los activos del fondo Peregrine Trust se distribuyeran "a partes iguales" entre sus dos hijos. Además, entre los beneficiarios, añadió a continuación a "Su Majestad el Rey Juan Carlos I Borbón de Borbón, nacido el 5 de enero de 1938, residente en el Palacio de la Zarzuela de Madrid".

"Deseo que los fideicomisarios consideren distribuir a Su Majestad el Rey Juan Carlos I Borbón de Borbón el 30% de todos los ingresos provenientes únicamente del Fondo de Inversiones Hispano Saudí. Tras la liquidación del Fondo de Inversiones Hispano Saudí, Su Majestad el Rey Juan Carlos I Borbón de Borbón ya no debería ser considerado beneficiario del fideicomiso", detalló Corinna.

Los documentos, sin firmar, se crearon el 27 de marzo de 2007, catorce días antes de que se registrara en Guernsey, paraíso fiscal de las Islas del Canal, el fondo hispano saudí impulsado por ambos países. Por su parte, el abogado de Larsen asegura que esos documentos son falsos.

EL FRACASADO FONDO IMPULSADO POR AMBOS

Según recoge LaSexta, el Fondo de Infraestructura Hispano Saudí fue acordado en una visita de los reyes Juan Carlos I y Sofía a Arabia Saudí en abril de 2006, aunque fue presentado oficialmente más de un año más tarde, el 18 de junio de 2007 durante la primera visita oficial a nuestro país del rey Abdalá (fallecido en enero de 2015).

La iniciativa con financiación privada, sobre todo saudí, pretendía reunir 5.000 millones y a empresas como La Caixa, Mapfre, Navantia, Ferrovial o Unión Fenosa. El objetivo era desarrollar infraestructuras y nuevas tecnologías en la región. Sin embargo, apenas recabó 20 millones de las compañías españolas y ninguna aportación de Riad. El Fondo Hispano-Saudí de Inversiones en Infraestructuras –SSIF, por sus siglas en inglés- fue liquidado en abril de 2010, suponiendo la pérdida de los millones invertidos por las catorce compañías españolas.

Según diversas informaciones, la propia Larsen habría estado detrás de las gestiones para su llegada a buen puerto, aunque fuentes señalan que la iniciativa partió del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.

La examiga del rey habría viajado junto al titular de Exteriores a Arabia Saudí para cerrar los flecos del acuerdo. Con estas gestiones, Larsen se habría embolsado unos cinco millones de euros con su tarea de intermediaria, de acuerdo con una información publicada por El Mundo en 2013.

Apenas un año más tarde, en agosto de 2008, el Ministerio de Finanzas de Arabia Saudí hizo una transferencia de 100 millones de dólares, unos 65 millones de euros, a una cuenta de la Fundación Lucum, vinculada al rey emérito y en la que el rey Felipe VI aparecía como beneficiario hasta su renuncia en marzo de 2020, en la entidad suiza Mirabaud.

Esta entrega está siendo investigada por la Fiscalía helvética, que considera que podría tratarse de una comisión por la adjudicación de las obras del AVE a La Meca, en la que Juan Carlos I habría conseguido una oferta más barata, rebajando un 30% el coste de la oferta inicial. También la Fiscalía del Tribunal Supremo investiga al emérito por este presunto cobro de comisiones.

Cuatro años más tarde, en 2012, Larsen habría recibido una transferencia desde esa misma cuenta por valor de 64,8 millones de dólares, unos 40 millones de euros, a una cuenta en el banco suizo Gonet & Cie en Nassau (Bahamas) a nombre de la sociedad Solare. La empresaria alemana alegó que ese dinero lo recibió por su amistad con el rey, por cariño que le profesaba: "un regalo de gratitud". Esto se produjo el mismo año de la cacería en Botsuana, cuando estalló el escándalo de la amistad íntima del monarca con la princesa y miembros del CNI la habrían escoltado fuera del país.

Así se relata en la demanda que Larsen presentó ante la Justicia británica este pasado verano, donde pedía una orden de alejamiento a Juan Carlos I y lo acusaba de vigilancia ilegal desde su salida en 2012 “hasta la actualidad”.

Otras informaciones aseguran que la transferencia era parte de un regalo de bodas anticipado del emérito, que ya estaba planeando sus segundas nupcias con Larsen. Al parecer, como publicó El País, el monarca había consultado con diversos abogados cómo proceder a su divorcio con la Reina Sofía.

Los Pandora Papers son la mayor colaboración periodística de la historia. Más de 600 periodistas de 150 medios y casi 120 países han participado en la investigación de 12 millones de documentos obtenidos de 14 despachos que se dedican a la creación de sociedades offshore. El proyecto ha sido coordinado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, en el que participan laSexta y El País como socios españoles, y del que forman parte medios internacionales como The Washington Post, The Guardian o el Süddeutsche Zeitung.

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