El presidente de Castilla-La Mancha en funciones, Emiliano García-Page, ha definido como "un honor indescriptible" la mayoría absoluta conseguida en las urnas el 26 de mayo y se ha comprometido a ser "el presidente de todos y devolver la confianza depositada en él con "un inmenso esfuerzo y trabajo".
García-Page ha cerrado este viernes el acto institucional del Día de Castilla-La Mancha, celebrado en Albacete, el que ha sido su primer acto institucional tras las elecciones autonómicas en las que el PSOE logró una amplia mayoría absoluta en la región, que le permitirán seguir gobernando cuatro años más, y hacerlo en solitario.
"El que tenga una mayoría absoluta el próximo gobierno no significa que lo pueda hacer todo el gobierno. Eso es un error porque, se tenga una mayoría u otra, siempre es necesario contar con el máximo posible de gente", ha resaltado el presidente regional, que ha dicho que, aunque cuente con 19 de los 33 parlamentarios autonómicos, va a necesitar "más que nunca a todo el mundo".
Así, ha pedido la colaboración de los empresarios y sindicatos para seguir creando empleo y se ha marcado como "objetivo posible" la generación de 100.000 puestos de trabajo en la próxima legislatura.
"Para que haya trabajo, el que más tiene que trabajar es el presidente y lo tenemos que hacer entre todos", ha señalado García-Page.
Y al resto de partidos políticos les ha convocado a alcanzar acuerdos sobre el Estatuto de Autonomía, el derecho al agua y la financiación autonómica.
El presidente regional ha expresado su gratitud por el apoyo de los ciudadanos y se ha comprometido a "ser el presidente de todos y a contar con todo el mundo", con la salvedad de que ha señalado que va ser "un poco más" presidente de las personas que tengan algún tipo de discapacidad.
Además, ha anunciado que entre 2019 y 2020, Castilla-La Mancha ampliará las pruebas del talón en niños recién nacidos desde las 24 actuales hasta 30 y ha reivindicado que será la primera región en hacerlo.
En el acto, que ha comenzado con una actuación de los tamborileros de Hellín, Tobarra y Agramón -en reconocimiento a que las tamboradas de estas zonas han sido declaradas fiestas de interés turístico internacional-, se han entregado un total de 25 premios a distintas personalidades y entidades sociales de la región, que han despuntado por su aportación a la vida cultural, social o económica de Castilla-La Mancha.
"Somos cultura, somos pueblo y somos gente", ha resumido el presidente regional en funciones.
Entre los galardonados con la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha ha estado el cantautor y compositor Manolo García, barcelonés de nacimiento pero con raíces albaceteñas, y el director general de Deportes de la Junta en funciones, Juan Ramón Amores, enfermo de ELA, y al que se ha reconocido por su trabajo para hacer visible esta enfermedad.
De los premiados, el presidente regional ha resaltado que una sociedad avanzada y que viva en libertad tiene que tener referentes, como a su modo de ver son los galardonados, porque "lo peor es que una sociedad carezca de valores".
Asimismo, ha subrayado que en Castilla-La Mancha, los ciudadanos no dudan sobre su identidad, sino que tienen las "cosas claras", es decir, que son españoles.
Además, ha señalado que su primera responsabilidad como presidente autonómico es "defender" la región y la igualdad de derechos de todos los ciudadanos "en un ambiente de libertad" en el conjunto del país.
Por ello, ha querido lanzar un "mensaje constructivo" de que "España se gobierna a sí misma en medio de una pluralidad" y ha argumentado que "la libertad no es que no haya límites, sino que la libertad tiene métodos, tiene cauces, porque la libertad es pluralidad y también igualdad".
Este discurso ha sido seguido por las mil personas han asistido a este acto institucional, que se ha celebrado bajo el lema "Castilla-La Mancha nos une", y entre los que se han encontrado el expresidente regional José Bono y varios expresidentes de las Cortes, entre ellos el actual director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo.
También han asistido los rectores de las universidades de Castilla-La Mancha y de la de Alcalá, representantes de sindicatos y empresarios, alcaldes, presidentes de diputación y también multitud de colectivos sociales.
Sin embargo, no han acudido ninguno de los dos representantes de Podemos que forman parte del Gobierno regional, después de que la dirección de este partido en Castilla-La Mancha haya dimitido en bloque de sus cargos orgánicos por los malos resultados en las elecciones autonómicas, en las que no obtuvieron ningún escaño.
