El organigrama del terror: la célula terrorista que lleno de sangre Barcelona y Cambrils

Entre los investigados hay cuatro grupos de hermanos, encargados de explosivos o el encargado de un locutorio. La policía analiza restos biológicos de al menos tres personas en Alcanar.

Los periodistas de EL ESPAÑOL, Alejandro Requeijo y Daniel Montero hacen una perfecta radiografía este domingo de la célula terrorista que ha sembrado el pánico estos días en Barcelona, Cambris y Alcanar.

Cinco muertos, cuatro detenidos, tres posibles fugados y otras tres posibles identidades aún por determinar entre los escombros de la casa de Alcanar (Tarragona). Estas son las cifras de la investigación en torno a la célula que atentó en Barcelona y Cambrils. EL ESPAÑOL pone ahora cara a este organigrama del terror, la estructura sobre la que trabajan los Mossos d’Esquadra. Hay cuatro grupos de hermanos, también dos encargados de explosivos, un imán, el dueño de un locutorio en Ripoll, tres menores de edad... Así son los yihadistas de Cataluña.

Driss Oukabir. Su nombre fue el primero en aparecer en esta investigación. De 28 años edad, alega que se enteró por los medios de comunicación de que su foto estaba en manos de la Policía como presunto autor de la matanza que horas antes había tenido lugar en las Ramblas. Culpa a su hermano de haberle robado la documentación.

Moussa Oukabir. Señalado por su hermano, es uno de los menores de edad del grupo. Hubiese cumplido los 18 años el próximo 13 de octubre de no ser porque es uno de los cinco yihadistas que murió abatido por la policía autonómica catalana la noche del jueves en Cambrils. Una de las líneas de investigación le situaba al volante de la furgoneta que atropelló a decenas de personas en el corazón de la ciudad condal, pero los Mossos admiten que ha perdido fuerza la tesis de que esa función le correspondiese a alguno de los fallecidos en Cambrils.  

Younes Abouyaaqoub. Integra otra de las parejas de hermanos bajo el foco policial. Se ha convertido en las últimas horas en el objetivo número uno de los Mossos. Después de que los medios de comunicación difundieran su imagen, un portavoz de la policía autonómica admitió que le están buscando. Los investigadores no descartan que fuese el conductor del vehículo de las Ramblas. Como la mayoría de los implicados en las pesquisas, es marroquí y vecino de la localidad de Ripoll (Gerona). Según fuentes de la lucha antiterrorista, las tres furgonetas alquiladas por la célula se pagaron con su tarjeta de crédito.

Houssaine Abouyaaqoub. Es otro de los menores de edad y también murió en Cambrils donde intentó junto a sus compañeros emular el atropello masivo de Barcelona, en este caso en el paseo marítimo de la localidad costera de Tarragona.

Mohamed Houli Chemlal. Uno de los españoles del grupo. Es de Melilla y se encuentra detenido desde el primer día. Resultó herido en la explosión de la casa de Alcanar. Una pista hallada en la furgoneta de las Ramblas llevó a los Mossos hasta él y por tanto hasta la base logística con la que contaban los terroristas. En Alcanar este joven tenía presuntamente la función de fabricar la madre de Satán, el explosivo favorito del Daesh con el que la célula quería hacer un atentado a gran escala.

Abdelbaki Es Satti. Es el imán de Ripoll y presunto referente del grupo de veinteañeros. Los Mossos d’Esquadra procedieron a registrar su casa la mañana del sábado. Según fuentes de la lucha antiterrorista, salió de prisión el 5 de enero 2012 donde había estado por un delito de extranjería. Se encuentra en paradero desconocido aunque podría ser uno de los cadáveres cuyos restos se encuentran bajo los escombros de la casa de Alcanar.

Mohamed Hichamy. Fue identificado por la Policía como uno de los fallecidos en Cambrils. Según las pesquisas policiales, también estuvo implicado en el alquiler de los vehículos empleados por el grupo terrorista.

Omar Hichamy. Es otro de los menores de edad del grupo y hermano del anterior implicado. Los dos iban en el coche que volcó cuando pretendían atropellar a un número indeterminado de personas en el paseo marítimo de Cambrils.

Salh El Karib. En este organigrama aparece también el encargado de un locutorio en Ripoll, localidad convertida ya en el epicentro de la organización de los atentados. Se investiga si su local sirvió como centro de reuniones de los terroristas. Se encuentra entre el grupo de cuatro detenidos.

Said Aalla. Es otro de los cinco fallecidos en Cambrils. Tiene otros dos hermanos relacionados con el grupo. Pese a su muerte, es importante para los investigadores porque su tarjeta de crédito fue hallada por los Mossos en el interior de una furgoneta de modelo Renault Kangoo que apareció abandonada en Cambrils. Vivía en la localidad de Ribes de Freser de Girona. Apenas tenía 19 años de edad.

Mohammed Aalla. Se entregó personalmente a las autoridades y desde entonces se encuentra detenido. Es el dueño del Audi 3 con el que los yihadistas atentaron en Cambrils.

Youssef Aalla. El tercero de los hermanos relacionado con la investigación. Los Mossos tratan de determinar si sus restos se encuentran bajo los escombros de Alcanar o si por lo contrario está huido. Era uno de los encargados de hacer el explosivo. Las autoridades investigan un viaje que realizó a Zurich (Suiza) en diciembre de 2016.

PARECÍAN INTEGRADOS EN SU ENTORNO

Por otra parte, los presuntos terroristas que perpetraron el doble atentado de esta semana en Barcelona y Cambrils (Tarragona) --Moussa Oukabir, Said Aallaa, Mohamed Hychami y Younes Abouyaaqoub-- estaban integrados en su entorno de Ripoll (Girona) y no mostraban signos de aislamiento, según han relatado varios vecinos del pueblo a Europa Press.

Diversos vecinos han coincidido en destacar que los jóvenes, de 18 a 24 años, parecían no tener ningún problema con la comunidad y que sus familias no estaban desestructuradas.

Se han mostrado muy sorprendidos por los hechos ocurridos, sobre todo porque Ripoll es una pequeña población de unos 10.500 habitantes alejada de las grandes vías de comunicación que no recibe a un número extraordinario de inmigrantes.

Muchos de ellos han expresado que habían visto a algunos de los supuestos terroristas por el pueblo pero que no tenían relación con ellos, y que se enteraron de lo ocurrido cuando vieron sus caras en los medios.

La población ha recibido lo ocurrido con sorpresa y tristeza por los atentados, según han expresado, aunque también con un cierto temor, ya que varias personas no han querido compartir sus pensamientos con la prensa, tampoco en conversaciones privadas.

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