Màxim Huerta dimite como ministro de Cultura tras conocerse que defraudó a Hacienda

El periodista y escritor dice que sus inspecciones de Hacienda fueron "una caza de brujas". "Me voy con la misma humildad con la que llegué"

Màxim Huerta dimite como ministro de Cultura y Deporte: 'Amo la Cultura por eso me retiro'
photo_camera Màxim Huerta dimite como ministro de Cultura y Deporte: 'Amo la Cultura por eso me retiro'

El escritor y presentador de televisión Màxim Huerta ha dimitido como ministro de Cultura y Deporte una semana después de su nombramiento, tras conocerse que defraudó a Hacienda 218.000 euros, y será sustituido en el cargo por el experto en gestión cultural José Guirao.

Huerta (Utiel, Valencia, 1971), que se ha convertido en el ministro más breve de la democracia española, ha explicado en nueve minutos de comparecencia sin preguntas que había decidido dimitir para que no se mine el proyecto de Pedro Sánchez, "pensando en la cultura y en la transparencia" y "consciente de que la inocencia no vale de nada ante esta jauría".

Menos de una hora después, fuentes del Ejecutivo confirmaban que su sustituto sería Guirao (Almería, 1959), director general de Bellas Artes y Archivos del Ministerio de Cultura de 1993 a 1994 y director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía entre ese año y el 2001 y actual responsable de la Fundación Montemadrid.

Guirao tomará posesión mañana a las 11.00 horas ante el Rey en el Palacio de la Zarzuela.

La crisis de Gobierno comenzaba a primera hora de la mañana cuando el digital El Confidencial informaba de que Huerta fue sancionado a abonar 366.000 euros a Hacienda por 218.000 euros que dejó de pagar en 2006, 2007 y 2008, cuando trabajaba como presentador de televisión.

Según el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), Huerta declaraba a través de una sociedad, lo que permitía tributar menos que si lo hubiera hecho como renta personal con el IRPF, una conducta "voluntaria y culpable" en la que no se podía apreciar "buena fe en orden al cumplimiento de sus obligaciones fiscales".

Huerta, cuyo nombramiento fue anunciado el 6 de junio, había acudido a primera hora de la mañana al Palacio de la Moncloa y tras ello declaró en Onda Cero que sus obligaciones tributarias estaban "al corriente", que era "asunto cerrado" y que no pensaba dimitir porque eran hechos anteriores a su condición de ministro.

En declaraciones posteriores a la Cadena Ser, explicaba que no lo había compartido previamente con Pedro Sánchez porque era "una cuestión privada" y él había asumido sus "responsabilidades".

Durante el resto del día no hubo más información hasta que pasadas las cinco, el ministerio convocó la comparecencia de Huerta para las seis de la tarde aunque se retrasó hasta las siete.

A esa hora, Huerta comparecía en una concurrida sala de prensa ante la que anunciaba su "retirada": "Hay momentos en los que uno tiene que retirarse y yo amo la cultura".

No importa, ha asegurado, que no haya cometido ningún fraude fiscal, "lo que importa es el bombardeo que busca minar el proyecto de regeneración y de transparencia del presidente Sánchez. Y no voy a permitirlo", ha repetido.

Ha recordado que recibió la propuesta del presidente del Gobierno con mucha ilusión, un compromiso más importante que su carrera profesional y su vida personal que asumió convencido de que podía servir a su país y a la cultura, pero sabiendo que iba a ser el "blanco de las críticas por haber trabajado en un medio de comunicación que todos ven y todos demonizan".

Ha insistido en que es inocente y que lo que hizo, "como tanta gente de este país", fue "facturar a través de una sociedad. Y no era ilegal en ese momento", ha recalcado.

"He pagado la multa dos veces. La primera fue la que Hacienda me pidió con efectos retroactivos por hacer algo que no era ilegal en su tiempo; y ahora, aquí, por segunda vez, consciente de que la inocencia no vale de nada ante esta jauría".

"Corren nuevos tiempos, tiempos en los que hasta los inocentes prefieren irse antes de que cualquier sombra de sospecha perjudique a los que quieren poner un nuevo rumbo, aire fresco, política limpia después de décadas de corrupción y expolio público. Ha sido tremendo", ha dicho Huerta, que se ha ido citando a Lope de Vega: "Me voy para no partirme yo".

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, exigió por la mañana la dimisión o destitución del ministro y, por la tarde, tras producirse, escribió un tuit en el que felicitaba al Gobierno "por saber escuchar y rectificar".

El diputado de Nueva Canarias en el Congreso, Pedro Quevedo, que apoyó la moción de censura de Pedro Sánchez, animaba a éste a "tomar una decisión" respecto a Huerta, en la línea de "prestigiar la vida pública" y la "actividad política".

Melisa Rodríguez, portavoz de Ciudadanos, grupo que no había pedido la dimisión de Huerta sino que diera explicaciones en el Congreso, afirmaba que lo sucedido era un ejemplo de la "improvisación" de un Gobierno que ha llegado al poder "a cualquier precio", "sin rumbo" y sin un proyecto.

La vicesecretaria general del PSOE y portavoz en el Congreso, Adriana Lastra, pidió por la mañana a Huerta que diera explicaciones acerca de su sanción por fraude fiscal, aunque restaba importancia al asunto, mientras que la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, señalaba que le correspondía al titular de Cultura y Deporte o al presidente del Gobierno dar las explicaciones pertinentes.

El PP consideró tras el anuncio que lo ocurrido es el "triste ejemplo" de lo que se puede esperar del "Gobierno improvisado" de Sánchez, mientras que por la mañana el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo, había instado al ministro a dar explicaciones o dimitir tras conocerse que defraudó a Hacienda. 

Comentarios