La legislatura empieza en el Congreso con la oposición unida contra el ministro Ábalos

2019 pasará a la historia como el año en el que la legislación de las Cortes Generales se detuvo por completo. Salvo convalidaciones de los decretos leyes que previamente aprobaba el Consejo de Ministros, no se ha registrado más movimiento
José Luis Ábalos y Pedro Sánchez en una imagen de archivo en el hemiciclo del Congreso de los Diputados
photo_camera José Luis Ábalos y Pedro Sánchez en una imagen de archivo en el hemiciclo del Congreso de los Diputados

Un año después, vuelve la rutina parlamentaria. El Congreso y el Senado pondrán fin el martes a un largo periodo de provisionalidad política y marcarán el comienzo de una legislatura que la oposición del PP, Vox y Cs quiere aprovechar para desgastar al ministro José Luis Ábalos.

2019 pasará a la historia como el año en el que la legislación de las Cortes Generales se detuvo por completo. Salvo convalidaciones de los decretos leyes que previamente aprobaba el Consejo de Ministros, no se ha registrado más movimiento.

La causa está en los cinco procesos electorales que circularon por España desde abril a noviembre. Dos elecciones generales, unas autonómicas, otras municipales y las europeas (aunque la tres últimas concentradas en el domingo 26 de mayo) provocaron la paralización de una de las facultades esenciales del Congreso y del Senado: hacer leyes.

Nació una legislatura en mayo de 2019, la XIII, pero duró cuatro meses debido a la imposibilidad de que saliera adelante cualquier investidura. Lo intentó Pedro Sánchez en julio, pero fracasó.

Fue imposible completar tramitación alguna y muchas propuestas se disolvieron en cuanto se disolvieron las Cortes.

Desde noviembre, a pesar del paso atrás en votos y en escaños del PSOE y de Unidas Podemos, sus líderes, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, construyeron un nuevo Gobierno y un programa común. Costó investir a Sánchez por las reticencias de ERC, pero el 7 de enero se convirtió en presidente.

Más de 250 días con un Gobierno en funciones han abierto un agujero legislativo que los grupos parlamentarios se aprestan a cubrir con la mayor celeridad posible y con guiños a su electorado. El martes comenzará la tramitación de una nueva ley de eutanasia a instancias del PSOE, lo que indudablemente tensará las filas del PP, de Vox y de Cs.

Porque el martes tendrá lugar en el Congreso el segundo pleno ordinario de la legislatura, aunque el primero dentro de la agenda habitual.

El de la semana pasada sirvió para crear las comisiones y para convalidar tres decretos leyes económicos, pero no tuvo proposiciones de ley ni debate de otras iniciativas de los grupos. Cambiará el panorama dentro de dos días. 

Y más cambiará el miércoles porque volverán las sesiones de control al Gobierno con una novedad respecto a las pocas que hubo en la legislatura anterior: el Ejecutivo ya no está en funciones.

Será una sesión plagada de noticias, muchas de ellas más visuales que otra cosa: Pablo Iglesias se estrenará como vicepresidente contestando a una pregunta del secretario general del PP, Teodoro García Egea, sobre la Agenda 2030. Todo apunta que éste será uno de los duelos parlamentarios más interesantes de la XIV legislatura.

Igualmente se estrenarán Yolanda Díaz e Irene Montero respondiendo a preguntas de la oposición, no haciéndolas, si bien sus réplicas se prevén más pacíficas porque las interpelantes serán diputadas de Unidas Podemos.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tendrá que enfrentarse a las preguntas de Pablo Casado, Santiago Abascal y Gabriel Rufián. La noticia aquí reside en el asunto en el que se centrará el portavoz de ERC, que no será Cataluña, sino el "freno" al "auge del fascismo".

Casado ha planteado una cuestión muy genérica, acerca de la preservación del Estado de Derecho, pero es previsible que en su intervención de cinco minutos saque a colación el encuentro que Ábalos tuvo hace dos semanas, de madrugada, en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, con la mandataria venezolana Delcy Rodríguez.

El PP lleva días con esta cuestión en la primera línea de su estrategia. Aparte de varias iniciativas en las que solicita el acceso a las grabaciones de las cámaras del aeropuerto de aquella noche, así como a las llamadas que hiciera el ministro, ha solicitado junto con Cs la creación en el Congreso de una comisión de investigación.

La Junta de Portavoces verá el martes si incluye dicha petición en el orden del día del pleno de la semana siguiente. Lo que se decida supondrá el comienzo de una semana de hostilidad política al respecto.

Hostilidad que experimentará el miércoles el momento álgido, ya no sólo por las posibles alusiones que haga Casado, sino además porque por ello preguntará Abascal a Sánchez, y por ello preguntarán también cuatro diputadas del PP y el portavoz adjunto de Cs, Edmundo Bal, al propio Ábalos. Continuará el frente contra él con una interpelación.

El contenido de las preguntas puede sufrir alguna alteración, pues la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha ampliado el plazo para que se cambien como consecuencia de la nueva fecha, los martes, de los consejos de ministros. Sin embargo, no parece que el PP rebaje la intensidad contra el ministro de Transportes.

Prueba de ello es que en el Senado repetirá estrategia.

La Cámara Alta también vuelve a la actividad, y de hecho su sesión de control será el martes, un día antes que en el Congreso. Primera muestra para calibrar el tono del enfrentamiento político.

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